Ackerman I: El clan Ackerman (+21)

Capítulo 40

40

Rebecka

Estaba apunto de abrir la boca y musitar alguna palabra, pero Alessandro cubrió mis labios con su mano y me ordenó que guardara silencio.
Su padre y Will seguían charlando, sentía tanto coraje.

Pero el coraje bajo cuando vi sus ojos verdes mirándome atentamente, retiró su mano de mis labios y me hizo una señal de silencio, después comenzó a subir las escaleras y lo seguí de inmediato.

Cuando llegamos a la sala fue cuando pude respirar, mi corazón latía demasiado rápido, y estaba molesta, muy molesta por lo que estaba sucediendo.

Alessandro camino por la larga sala y se detuvo frente a una mesa donde reposaban botellas de alcohol, tomó una copa y sirvió un líquido marrón, después la tomó entre sus manos y bebió.

—¿Qué haces aquí?—pregunto después de unos minutos.

—Will me invitó—susurre.

—¿El mismo que estaba hablando mierda de ti hace un momento?

Agache la cabeza.

—¿Tu sabías lo que ocurría?

—Me enteré hace poco—confesó como si nada.

—¿Y qué esperabas para decírmelo?

—¿Me hubieras creído?, fue mejor que te enteraras por tu cuenta.

Suspire, tenía razón, obviamente no le creería nada, nada mejor que verlo con mis propios ojos.

—¿Cuál es el problema con tu papá? ¿Por qué me odia tanto?—pregunte.

No dijo nada.
Solo se quedó en silencio unos minutos.

—Ojalá lo supiera—respondió.

No entendía el odio hacia mi. No entendía porque había hecho eso para alejarme de Alessandro, lo malo es que lo había conseguido por un tiempo.

—¿Qué haremos ahora?—pregunté algo desesperada.

—Tal vez seguir fingiendo, o ¿quieres seguir el juego de Will?

Buena pregunta.

Definitivamente no, pero tal vez Will podía ayudarme a investigar un par de cosas que necesitaba.

—Seguiré con el juego, solo porque quiero saber que quiere tu papá y sus razones para odiarme.

—¡Te ayudaré!—murmuro convencido.

Enarque una ceja intentando procesar lo que acababa de decir.

—¿Quieres ayudarme?—murmure algo insegura.

—Si, supongo que a ambos nos interesa.

—De acuerdo... pero te quiero lejos de mi—advertí y me cruce de brazos.

Sonrió—Eso me resulta imposible y lo sabes.

Rodee los ojos.

—¡Pues inténtalo!

Negó levemente con la cabeza.

Iba a decir algo más pero la voz de Will hizo que me quedara paralizada. Alessandro solo levantó levemente las cejas, se dio la media vuelta y volvió a llenar su copa.

—¡Rebecka!—se acercó y besó mi mejilla.

Estuve cerca de empujarlo y alejarlo de mi, pero en lugar de eso puse mi mejor sonrisa y voltee como si nada sucediera.