Ackerman I: El clan Ackerman (+21)

Capítulo 61

61

Rebecka

Intentaba entender todo lo que me acaba de decir Cami.

Pero simplemente no lo podía entender.

—Lo siento, no debí decirte todo de un golpe, pero entre más tiempo pasa, tu madre más se aprovecha de tu pérdida de memoria.

Suspire—Si, es mucho para procesar, no creí que lo mío con Alessandro había sido tan intenso.

—Siempre fuiste intensa respecto a Alessandro, pero solo era un crush imposible, aunque lograste atraparlo.

Asentí aún sin creérmela.

—Tengo ese sentimiento familiarizado, el sentimiento de quererlo desde siempre, pero ahora que me dices que somos algo más intenso, no se, se siente diferente.

—El ha cometido errores, pero creo que puedo decir que siempre te ha procurado y ahora entiendo muchas de las cosas que hacía, algunas para protegerte.

—¿Protegerme de qué?—pregunte.

—De su papá, Ariel sabía que Ray era su hijo, por eso te quería lejos, creía que pondrías en riesgo su legado y su preciado apellido.

—Pero parece que ahora le agrado...

Suspiro—Probablemente eres una Ackerman, por eso te protege.

Recordar eso me hizo sentir sofocada, toda la vida viví en una mentira, mi mamá me engañó a mi y a mi hermano, siempre, nos hizo saber que nuestros padres eran lo peor del mundo.

Me levante de la cama—Debo salir de aquí.

—¿A donde vas Becka?

—Quiero estar sola Cam, entiéndelo, no te preocupes, estaré bien.

No insistió y salí de aquella habitación, después de la casa, agradecí que nadie me vio. Comencé a caminar sin ningún rumbo fijo, pase por mi casa y me dio nostalgia ver mi auto aparcado, no sabía si mi madre estaba adentro, pero no me quedaría a descubrirlo.

No quería hablar con ella, me dolía tanto todo.

Mi mente solo podía pensar en un lugar al cual ir, camine tanto que llegue hasta la central de autobuses y tome el primero que fuera a la ciudad.

Sabía que estaba mal solo irme así sin avisar, pero regresaría, solo necesitaba procesar todo.

—Jovencita... ¿se encuentra bien?—preguntó una anciana que estaba sentada junto a mi.

Asentí y me limpie una lágrima.

—Si...

—¿Entonces por qué llora?

Suspire y solté todo, todo lo que me había contado mi mejor amiga, que me enamore de un Ackerman que había sido mi crush toda la vida y que probablemente era mi primo y hermano de mi hermano, si, muy confuso, que mi mamá toda la vida nos había privado de conocer a nuestros papás.

Veinte minutos después todo el autobús estaba centrado en mi historia.

—¿Pero ese tal Alessandro te ama?—pregunto un moreno que estaba dos asientos atrás de mi.

—Eso dicen...—respondí yo.

—¿Pero su papá al principio te quería lejos y ahora te quiere en la familia?—cuestiono una rubia a mi derecha.

—Si, la quería lejos pero ahora que ya todo se supo, la quiere proteger porque es de su familia—respondió la anciana a mi lado.

Todo el autobús sabía mi historia trágica de amor y familia, sobre todo, ellos opinaban respecto a ella.