Capítulo 32

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32

Rebecka

Parpadee lentamente, intentando enfocarlo bien. Veía doble, así que ladee la cabeza y me pellizque, pero no estaba soñando, él estaba frente a nosotros.

—¿Qué haces aquí hermano?—pregunto Alexis desde el otro lado de la mesa.

—Tengo ojos en todas partes..

Regreso su vista hacia mi, se inclinó hacia mi altura.

—¿Puedo sentarme?—pregunto.

No respondí, solo me hice a un lado y dejé un espacio para que se sentara y no estuviera tan cerca de mi.

Se sentó y le llamo a un mesero, le susurró algo al oído, este se retiró de inmediato.
Vi como veía fijamente a su hermano y le hacía señas.

—Cami...¿te apetece bailar allá abajo?—le pregunto a mi amiga.

—¡Si!—acepto con una sonrisa en los labios.

—Cami...—susurre pero no me escucho.

Solo vi como se fue tomada de la mano con Alexis. Honestamente no quería quedarme sola con este pecado, sabia que le había pedido a Alexis que se fuera para estar solos.

Trate de no voltear, tome mi bebida y le pegue un largo trago. Para este momento ya había regresado a tomar vodka con limón. Cada vez se me bajaba más lo ebria.

—¿Vas a seguir fingiendo que no estoy aquí?—murmuro muy cerca de mi oído.

Voltee y choque con sus ojos, estaba tan cerca que me era imposible no bajar la mirada y ver sus labios.

—No estoy fingiendo nada—balbucee.

—Ajá...

—Lo único que entiendo es que no debes estar aquí, mucho menos hablarme.

—¿Por qué se supone que no debería estar aquí?, y si puedo hablarte—aclaro.

—Creí que tú papi no te daba permiso de hablarme.

Sonrió—Si, mi papi me prohibió juntarme con la chica mala.

Puse un dedo sobre su pecho alejándolo un poco, no me deja pensar si lo tengo tan cerca.

—Aléjate de la chica mala.

—No quiero en realidad—confesó.

¿Había escuchado bien?

—No quieres pero lo haces, la pregunta aquí es ¿por qué?

—Es más complicado de lo que crees...

Rodee los ojos—Lo normal aquí es que todo es complicado contigo.

Enarcó una ceja—¿Eso fue una queja?

—Si, lo fue, me alejas y después regresas, me dices que no debes acercarte a mi y aquí estas, muy cerca, ¿por qué?—me exalte.

Tal vez era muy inexperta en todo sobre las relaciones, pero si sabía una cosa, no dejaría que jugaría de esa manera conmigo.

—¿Realmente estas lista para escuchar esa respuesta?

—Si—declare.

—Porque me da igual lo que ordene mi padre, no puedo hacerle caso.

—¿A qué te refieres?

Rodo los ojos—Olvídalo.

Se levantó de la mesa y comenzó a alejarse.

Ackerman I: El clan Ackerman (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora