Ackerman I: El clan Ackerman (+21)

Capítulo 34

34

Rebecka

No respondí ese mensaje.
Si Alessandro no podía alejarse de mi, yo lo haría, yo me alejaría de él.

Los siguientes días continué buscando información sobre los Ackerman, los sitios de internet tenían muchas cosas interesantes. Si era necesario entrar a su vida solo para saber más sobre ellos, estaba dispuesta a hacerlo, pero las cosas se volvieron fáciles para mi.

Había llegado un nuevo y misterioso chico, uno guapo y de ojos marrones. Alexis lo presentó como su primo.

—Se llama Will Ackerman, es nuestro primo lejano—respondió con una sonrisa.

Poco a poco fui sacándole más información sobre él.

—¿Se quedará mucho?—pregunte interesada.

Se encogió de hombros—Algunas semanas.

Will Ackerman a simple vista era muy atractivo, debo confesar que no más atractivo que Alessandro, pero tenía lo suyo. Era oficial que el apellido Ackerman no solo brindaba elegancia y porte, si no también belleza, eso era un hecho, todos ellos eran guapos.

Alto, ojos marrones y cabello rubio, un buen cuerpo y se veía algo simpático. Honestamente un chico del cual podría enamorarme, pero ese no era mi plan, solo me acercaría a él, le preguntaría algunas cosas y tal vez conseguiría buena información, era obvio que él sabía muchas cosas sobre su familia.

—¡No puedo creer que te lo quieras ligar!—reprocho Cami cuando le conté.

—No quiero ligármelo, solo ser su amiga.

—Ajá... ya se para donde va eso.

Rodee los ojos y suspire—Como sea... soy una chica soltera y si se me antoja ligármelo estoy en todo mi derecho.

—Creí que estabas más interesada en Alessandro.

Hice una mueca al escuchar ese nombre.

—Tal vez ya no tanto..—mentí.

Will se estaba quedando en casa de los abuelos, lo noté aquella mañana que salí a regar el jardín y lo encontré lavando su convertible blanco. Estaba sin camisa y con el cabello húmedo.

Era una buena vista, tanto que me enfoqué más en su torso que en las plantas, sentí agua y vi mis tenis empapados.

—Hola..—una voz me hizo levantar la vista.

Estaba sonriéndome, ¡ay dios!
Le regrese la sonrisa y lo vi cruzar la calle mucha seguridad, seguía sin camisa, tenía que controlarme, era muy guapo pero tenía que sacarle información.

—Bonito jardín—alabó.

—Gracias..

—Soy Will Ackerman—se presentó y extendió su mano.

—Rebecka Cavanaugh—estreché nuestras manos.

Me repaso con la mirada—El nombre no es lo único bonito que tienes.

Sonreí, me estaba coqueteando, y no era parte del plan que él mostrara interés así de rápido.

—¿Eres primo de los Ackerman?—fingí no saber.

—Algo lejano, si, mi papá es hermano de Ariel Ackerman pero no se llevan tan bien.

—Pues bienvenido al pueblo.

—Tenía tanto sin venir... está algo cambiado.

—Si, siempre cambia.

Una camioneta se estacionó frente a nosotros. Sabía que adentro venía Alessandro, así que tenía que aplicar mi arma mortal, tal vez no lograba sacarle información al primo. Pero mi otra opción era presionar a Alessandro para que me dijera la verdad, y la mejor manera era ponerlo celoso.

—Bueno, debo irme—avise.

—Espero verte pronto—sonrió.

—Si..

Camine y fingí torcerme el tobillo, caí al suelo y me quejé.

—¡Auch!—murmure.

—¿Estás bien?—corrió hacia mi.

Fingí dolor.

—No... me duele mucho.

Se puso de rodillas y me tomó de los muslos cargándome, fingí retorcerme del dolor. Camino conmigo y me puso en una silla que estaba afuera de mi casa.

—Necesitas hielo..

Asentí.

Justo en en ese momento Alessandro iba bajando de su lujosa camioneta. Se bajo lentamente los lentes y nos observo fijamente, enarcó una ceja y cruzo la calle. La forma en la que caminaba hacia nuestra dirección decía muchas cosas.

—¿Pasó algo?—pregunto.

—¡Primo!, aquí nuestra amable vecina se lastimó.

Sonrió irónicamente—Si, mi amable vecina no se fija por donde camina.

Rodee los ojos.

—Solo necesitó hielo, así me sentiré mejor—asegure.

—Si, yo iré por hielo—se ofreció Will.

Cruzo la calle corriendo y entro a la casa de los abuelos Ackerman.

—Te tomaste muy enserio eso de alejarte de mi—murmuro.

—Tu me lo pediste—conteste.

—¿Pero mi primo?

—Solo fue amable conmigo, me lastime eso fue todo.

—Lo hiciste a propósito, no te caíste por accidente—me atrapo.

—No se de que hablas—lo ignore.

—Escucha Rebecka, no se que a que estés jugando, pero no caeré en tus chantajes.

—Deberías checarte la vista, por que estás viendo cosas que no tienen sentido.

Soltó una carcajada—¡Ahora resulta!

—Solo aléjate, tú me pediste que lo hiciera y lo estoy haciendo, ahora te toca a ti.

—Lo haré cuando me de la gana—se acercó demasiado a mi rostro.

Lo tenía tan cerca que tuve que empujarlo.

—¡Aquí está el hielo!—llegó Will.

Lo puso sobre mi tobillo y se puso a mi lado.

—¿Todo bien?—le pregunto a su primo.

Alessandro forzó una sonrisa—Si, te veo en la casa, debo hablar contigo.

Will asintió.

—Te veo en la escuela fresita—sonrió y se fue.

Rodee los ojos, volvió ese torpe apodo.

—No sabía que eras amiga de mi primo.

—Alexis me agrada más.

Sonrió—Es más fácil hablar con Alexis.

—Aparte van a mi escuela, así que nos vemos muy seguido.

—Entiendo, pues mejor me voy, espero que te sientas mejor.

—Gracias por ayudarme y por el hielo.

—No tienes nada que agradecer, cualquier cosa que necesites háblame, estoy frente a ti.

—No dudare en hacerlo...

Me dio un beso en la mejilla y se fue.

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Nos vemos pronto, besos🫶🏽

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