Capítulo 46

41.9K 2.2K 295
                                    

46

Rebecka

Acomode todo lo que pude en mi maleta y la cerré con rapidez. Repase por última vez mi vestimenta ligera y cómoda, baje corriendo las escaleras con la maleta en la mano.

Alessandro la toma y la sube a su camioneta. Mientras yo cierro mi casa, lo veo acomodando mis cosas y noto que frente a mi casa, justo en la casa de los abuelos, también están sacando maletas.

—¿Tus abuelos también irán?—pregunte.

Volteo y asintió.

—Los veremos allá, sube, debo ir por mis cosas.

Obedecí, me subí, en minutos estábamos en su casa. Al entrar la madre de Alessandro, Anastacia Ackerman estaba en medio del jardín, poniendo todo el orden y podando algunas plantas.
Él solo rodo los ojos, bajo del auto y me abrió la puerta.

Inmediatamente su madre camino hacia él y lo abrazó.
Alessandro le devolvió el abrazo sin mucha emoción.

—L'Italia è noiosa senza di te figlio mio..—murmuro aún abrazándolo.

> Italia es aburrida sin ti mi hijo<

Fruncí el ceño, no entendí muy bien que había dicho o qué idioma estaba hablando.

—Ci manchi mamma—respondió él.

>Te extrañamos mamá<

Su madre estaba de viaje por un tiempo indefinido en Italia.
Se separo de él y noto mi presencia, no disimulo, me repaso con su mirada.

—¿Una amiga?—pregunto a Alessandro.

Él negó—Mi novia.

Y esa simple palabra hizo que mi corazón saltara. Había soñado tanto con este día, pero nada lo compara, ningún sueño que tuve puede comparar lo que siento ahorita.

—Entonces me presento—se retiró su guante con el que supongo que estaba cortando las plantas, se limpió en su fino pantalón y estiró su mano hacia mi.

La estreché sin pensarlo.

—Rebecka Cavanaugh—me presente.

—¿Cavanaugh?—pregunto algo sorprendida.

—Si...

—¿Tu madre es Regina Cavanaugh?

Ay no...

Asentí—Si, es mi mamá...

Sonrió—¿Qué tal si dejamos que Alessandro se aliste, mientras tú y yo vamos a tomar una taza de té?

  Voltee a ver a Alessandro y él asintió.

—Si, vamos...

Sonrió. Comenzó a caminar.

—Creo que me siento asustada...—susurre hacia Alessandro cuando me di cuenta que su madre estaba lo suficientemente lejos como para escucharme.

Sonrió—Te va a sacar información, solo eso.

Se inclinó y besó mi mejilla, me hizo una seña para que siguiera a su madre y asentí.
Lo vi entrar a la mansión, mientras que yo me desvié hacia una puerta de madera, Anastacia la abrió dejando ver un huerto precioso.

Junto a él una mesa con té y algunos aperitivos.

Suspire y me senté, ella hizo lo mismo mientras se retiraba el otro guante.

—Es de algunas flores que crecen aquí en la mansión—murmuro mientras vertía té en una linda taza de porcelana.

—Es muy bonito este huerto.

Ackerman I: El clan Ackerman (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora