Ackerman I: El clan Ackerman (+21)

Capítulo 56

56

Alessandro

Mi padre me había obligado a comer algo, fui arrastrado hasta la cafetería y Alexis me vigilo hasta que terminara mi ultimo bocado. Me obligue a tragar solo para convencer a mi hermano menor.

—Buen chico—susurró al ver mi plato limpio.

Le saqué el dedo corazón y eso lo hizo sonreír.

—Me alegra saber que al menos tienes humor para pelear.

—No cantes victoria.

Salimos de la cafetería, en el camino Cami se nos unió. Había estado con Regina, pues aún se estaba recuperando en su habitación.
Entramos a la sala de espera, que ya no estaba sola, ahora estaba ocupada por la familia Garber.

Luna Garber se levantó de su asiento de inmediato al ver a su hija abrazada de Alexis. Cami soltó a mi hermano cuando vio a su mamá venir hacia nosotros furiosa. Y sin mucho que decir le dio una bofetada que resonó en la soledad del hospital.

—Mamá..—susurró tocándose la mejilla.

La tomo del brazo y la jalo lejos de nosotros, Alexis comenzó a caminar detrás de ellas pero mi padre lo tomó del brazo.

—No es nuestro asunto Alexis, deja que hable con sus padres—murmuro papá.

Camille

Sentía las uñas de mi madre clavarse en mis brazos, me sentía apenada, pero sabía que había hecho las cosas mal y sabía que al final de todo ella vendría.
Llegamos hacia un pasillo donde finalmente me libero, no entendía la necesidad de privacidad, todo el piso estaba solo por petición de los Ackerman.

—¿Entiendes la magnitud de la situación en la que estamos?

—Si mamá.

—Nos mentiste Camille, nos mentiste, te fuiste con ellos y ahora Rebecka está inconsciente.

—Mamá...

—¿Desde cuando?

—¿Qué?

—¿Desde cuando nos has estado mintiendo y te has estado metiendo con ese chico?—se cruzo de brazos.

—No espero que lo entiendas, pero lo quiero.

—Sabes lo que opinamos de su familia.

—El no es igual que su familia—asegure.

—¿Segura? ¿O es que no te ha mostrado su verdadero yo?

—No es...

—¿Lo amas?—me interrumpió—¿Cuánto llevas conociéndolo?

—El amor no se define con tiempo—me limite a responder.

—No lo conoces Camille, todos están cortados por la misma tijera, ya se lo había advertido a Rebecka y mírala cómo está, luchando por su vida.

—Es muy diferente, fue culpa de Regina que mi amiga este así.

—¿Entonces porque la urgencia de Rebecka de salir de la cabaña Ackerman? ¿Escapaba de ellos?

—¡Escapaba de la verdad!—alce un poco la voz.

—¿Lo sabe?—pregunto en voz baja.

Asentí.

El rostro de mi madre cambió de inmediato y se convirtió en uno lleno de lágrimas.

—No merecía saberlo de esa manera, yo le dije mil veces a Regina, ella tarde o temprano se enteraría.