Capítulo 21

45.8K 2.7K 206
                                    


21

Rebecka

Estábamos listas, nos habían maquillado y peinado. Cami se veía preciosa...

Y yo... pues yo estaba bien, algo nerviosa.

Mi vestido se veía impecable, me había gustado y con el maquillaje se veía aún mejor. Pero verme al espejo solo aumentaba el nudo en mi estómago, estaba tan tensa, no sé si era por ver a Alessandro, ya que estar cerca de él siempre me tiene al borde.

Para adornar el vestido, decidí colocar unos largos guantes blancos.

—Pues vamos—Cami me toma del brazo.

Luna y Lion estaban al borde de la escalera, viéndonos bajar. A Cami le resultaba ridículo que sus padres se emocionaran tanto, pero a mi me parece algo bonito.

—Se ven hermosas...—alaga Luna.

—Gracias Luna...—respondo.

—Bueno... es hora de irnos—Cami me toma bruscamente de la mano y me jala.

Sus padres nos observan hasta que salimos de la casa.

—Cálmate Cami...

—Detesto que sean tan cursis.

—Es su forma de demostrar que te quieren.

Rueda los ojos y comienza a caminar.

Por otro lado yo no había hablado con mi madre, al menos no en las últimas 12 horas. Estaba dispuesta a mantener mi orgullo y seguir enfadada, aunque se que él que iba a sufrir sería Ray.

Al cruzar la calle..
Notamos que la gran puerta está abierta, por primera vez la veo así.

Siempre está cerrada, pero hoy está abierta de par en par, mientras entran muchos autos.
Mi amiga y yo caminamos por toda la orilla hasta la entrada. Muchas personas están llegando, bajan de sus autos. La gran entrada está adornada con una preciosa fuente. Nos ingeniamos para llegar a la entrada donde están varias personas de negro.

—Invitación—pide una chica.

Mi amiga saca nuestras respectivas invitaciones y las entrega.

—Adelante.

Y entramos.

Un pasillo nos guía hasta en jardín trasero, donde todo está listo.
Una gran carpa adorna la mitad del jardín, pequeñas mesas y sillones están dentro de ella, también un gran catering, sirven copas de toda clase de colores.
Luces doradas cuelgan de los árboles, todo está increíble.
La enorme piscina, adornada con grandes globos blancos y pétalos.

—No veo a ninguno de los Ackerman—murmura mi amiga.

Y concuerdo con ella.

—Yo tampoco...

Una chica llega junto a nosotras—¿Ustedes son las acompañantes de Alessandro y Alexis?

Ambas asentimos.

—Bien, síganme—pide.

Cruzamos el jardín, mientras vamos detrás de ella, entramos por el mismo pasillo de la entrada, solo que esta vez abre una puerta que nos guía a una enorme sala.
De verdad es muy grande, y tiene demasiados adornos que probablemente cuesten más que mi vida, pedo ahí está toda la familia Ackerman viéndonos.

En ese momento sentimos el verdadero terror.

—Encontré a las señoritas señor—murmura la chica.

Ackerman I: El clan Ackerman (+21)Where stories live. Discover now