Capítulo 13

46.2K 2.9K 320
                                    


13

Rebecka


—Le toca esta pastilla...—aviso mientras le entrego a la abuela Ackerman sus medicinas correspondientes.

Después hago lo mismo con él abuelo.

—Eres un ángel Becka...—murmura en abuelo, con esa sonrisa tierna que lo acompaña.

Les sonrió, nos sentamos a ver televisión toda la tarde, hasta que la puerta principal se abre, dejando ver a Alessandro y un montón de chicos con el uniforme del colegio donde solían estar los hermanos Ackerman.
Alessandro no deja de observarme  ni un segundo, mientras le avisa a sus abuelos que se tomo la molestia de imputar a unos amigos a comer. Los pobres viejitos solo asienten, dándole el completo consentimiento.

Sale del salón de tele y se mete a la cocina. Yo sigo dispuesta a acompañar a los abuelos.

—Rebecka—mi nombre resuena.

Me sorprendo por ello.

—Necesitamos tu ayuda en la cocina—repite, esa voz que tanto conozco.

Respiro hondo, me levanto del sofá, camino hacia la cocina, decidida a entrar, empujó la puerta, y en menos de dos segundos, tengo las miradas de 5 chicos.

—¿Que necesitas Alessandro?—carraspeo nerviosa.

El mencionado sonríe triunfante.

—El imbécil de Isaac tiro gaseosa, límpiala.

Mantén la calma...

Mantén la calma Rebecka...

¡A la mierda la calma!

—No soy tu criada—susurro con calma, la misma que no tengo, pero debo de fingir que si.

Todos los chicos pasan de reír, a callar en un segundo, prestándole únicamente atención a mi comentario y a la reacción de Alessandro.

—¿Perdona?

—No soy tu empleada, no limpio tu piso, ni tus cosas—aclaro.

—¿Entonces para qué estás aquí?

—Estoy aquí por que tengo necesidades, las cuales supongo que tú no conoces, no estoy aquí para servirte a ti pues tú no me pagas, estoy aquí para cuidar a tus abuelos, darles sus medicinas y supervisarlos, espero que esta sea la única vez que tenga que aclarártelo.

—Conmovedor discurso, pero, ¿quién crees que le da dinero a mis abuelos para pagarte?

—Pues entonces no lo quiero, lo que menos necesito es dinero que provenga de tu familia.

Salgo corriendo de aquel lugar, no me importa nada, solo salgo de ahí, cruzo la calle y me encierro en mi casa.

—¿Ya terminó tu trabajo?—pregunta Ray desde la sala.

Suspiro y me encierro en mi habitación, me da coraje que tratara de humillarme frente a sus estúpidos y pijos amigos, pero no iba a permitir una humillación de parte de un Ackerman.
Corrí hacia la ventana, baje la vista y me sorprendí al verlo ahí, parado afuera, viendo directamente hacia mi habitación, con mucha rabia estiré las cortinas y cerré la ventana.

No me interesaba verlo.

****

Al siguiente día no fui a la escuela, me sentía bien, solo que no quería ver la cara de los hermanos Ackerman, aparte no sabía que les iba a decir a los abuelos Ackerman, les debía un lógica explicación, pero mi cerebro no daba para más.

Ackerman I: El clan Ackerman (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora