Amarga Despedida Parte 15

1K 103 3
                                    

—Emily lo que tengo que decirte quizás te moleste

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Emily lo que tengo que decirte quizás te moleste. Por seguridad mi ex esposa volvió a casa con mi hijo. De verdad yo ya no quiero nada con ella. Pero siento que debo ser honesto contigo. — dijo con semblante preocupado.

— No te preocupes Robert, las cosas siempre suceden por algo. ¿Tu pequeño está bien?

— Sí por suerte él no pudo ver nada. El cadáver me refiero. —respondió Robert con su frente contraída por la aflicción.

— Yo también tengo algo que decirte, alguien vino a buscarme y debo volver a mi antigua ciudad. —le dije tratando de contener mi pena

— Pero ¿por qué Emily? ¿Acaso piensas que quiero volver con mi esposa? Si es así, no te preocupes, puedo mudarme a otro lugar. — se apresuró a responderme pensando que me iba por celos.

— No Robert no es por eso... — le dije mientras me moría ocultando que lo que más deseaba en el mundo era quedarme, y empezar a vivir ahí, en esa ciudad, con ese trabajo y aun durmiendo en un albergue.

— Pero no quiero dejar de verte Emily. ¿De verdad es necesario que te vayas? Siento algo muy fuerte por ti. Qué puedo hacer para que cambies de idea. — tomó mi mano con las suyas tan suaves y cálidas, haciendo más difícil mi partida.

— Nada Robert, pero, aunque sea doloroso separarnos creo que es lo mejor.

Robert tenía sus ojos verdes con lágrimas. Al parecer le dolía igual que a mí que tuviéramos que separarnos.

— Si sirve de algo, he pasado los mejores momentos de mi vida contigo Robert. Me voy a llevar eso en el corazón. —me costaba mucho trabajo contener mis sentimientos.

De pronto llamaron a su teléfono, alguien nos buscaba afuera.

Entonces salimos de su oficina para ver quien nos solicitaba.

Por la puerta entró el causante de todo mi martirio. El vampiro entro con una enorme sonrisa de victoria en su rostro y delante de Robert dijo:

—¡Hola mi amor!, ¿ya te despediste de tu jefe? — y en ese momento entendí que quería llegar a enfrentar a Robert, restregarle en la cara que él había ganado y que yo aparentemente de forma voluntaria volvía con él. Solo quería lastimar su corazón.

Miré a Robert y era evidente que estaba haciendo un esfuerzo muy grande por ocultar su dolor. Noté como se desfiguró su rostro tratando de mantener la seriedad, pero sus ojos estaban húmedos y apretaba sus labios.

Por segunda vez había sido desplazado. Como si no valiera nada.

— Que te vaya bien Emily... — dijo con una voz casi sin fuerza, fue lo último que dijo antes de esconderse en su oficina de nuevo.

El vampiro victorioso me dedicó una mirada maliciosa y salió para esperarme afuera.

Y la esposa de Robert, me miraba atónita. Y no sé aguantó para preguntarme.

— ¿Ustedes dos tuvieron algo que ver? — señalando con su dedo hacia donde estaba la oficina de Robert y a mí. Mientras fruncía su ceño.

— Sí, es un hombre realmente atractivo. —respondí honesta

— Pero es casado. — dijo descaradamente la adúltera, que además mostraba rostro de ofendida.

— En realidad no, tú lo dejaste por otro hombre y querías impedir que viera a su hijo. Yo solo lo consolé. — respondí impávida.

— Sí ya veo. ¿y el que acaba de salir? —refiriéndose al vampiro

— Habíamos terminado, pero volvió.

— Y porque a tu edad buscas hombres tan mayores, si es evidente que el joven que acaba de salir por la puerta está enamorado de ti.

— Quizás vi muchas cosas valiosas en Robert que tú jamás notaste. —le dije

—Todavía no me he divorciado de él, sigo siendo su esposa. — me miró con gestos de altanería y tratando de rebajarme. Entonces le devolví su veneno.

— ¿Ahora que descuartizaron a tu amante te acuerdas que tienes esposo? ¿Y Qué es un buen hombre que no merece que le quiten a su hijo? —le restregué en la cara

— ¿Quién te crees para meterte, tú no sabes nada, acaso piensas que no sé qué te involucraste con él por interés? — levantó la voz. Así que decidí responderle con la misma fuerza, no en volumen sino en contundencia.

— No fue por interés, ambos estábamos solos y tristes. Y el placer que me hizo sentir Robert jamás lo logró nadie. Tanto que hasta me hacía gritar en la intimidad. De hecho, cuando llamaste, estábamos en una cabaña, hicimos por horas el amor, no nos cansábamos. Él es el hombre más apasionado y hábil en el sexo que jamás conocí. Me duele el alma tener que dejarlo, porque sé que aquí nadie lo valora. Me imagino que el difunto era un dios del sexo para destruir tu matrimonio de la forma en que lo hiciste. —le dije tratando de descargar toda mi rabia, ella no merecía a Robert.

La mujer de Robert no supo que decir, solo se desquitó con la frase

— Ahora que te largas quizás podamos reconstruir nuestro matrimonio...

— Yo creo que Robert merece algo mejor que tú. No das la talla para ese hombre. —y la miraba con rabia.

Y con el dolor de mi alma salí por la puerta sabiendo que no volvería a ver a Robert nunca más. Al hombre que me hizo ver el lado bello de la intimidad, y que me cautivó con su forma tan agradable de ser.

El vampiro me esperaba fuera. En su rostro vi que estaba más que regocijado por su victoria.

Y yo salí con el entusiasmo de un condenado que va al cadalso.

(E)

La propuesta del vampiroWhere stories live. Discover now