La propuesta del vampiro

Una Conversación Honesta Parte 22

— ¿Cómo hacen para vivir así, sin que las personas se den cuenta? —Le pregunté

— Es difícil, hay que ser muy cautelosos. —dijo Kilian

— ¿Llevas la cuenta de cuántas personas has matado?

— No

— ¿Sientes remordimiento de vivir de esta manera? —pregunté curiosa

— A diferencia tuya Emily, ninguno de nosotros tuvo la oportunidad de elegir vivir esta vida. Solo nos tomaron. Y tuvimos que aprender a sobrevivir por nuestra cuenta. — respondió kilian sin un ápice de remordimiento al parecer.

— Pero matan gente todos los días, ¿no? —insistí sin entender

— Cuando te conviertes en vampiro, se despiertan en ti muchas capacidades, entre ellas, percibir la cercanía de la muerte de un ser humano. —confesó Kilian

— ¿Quieres decir que tienen forma de saber cuándo una persona va a morir? — pregunté asombrada, ese don no era algo que se dijera en la mitología que uno escucha de estos seres.

— Por supuesto. Por eso supe cuál era el momento preciso para hacer contacto contigo. — respondió kilian y me miró mientras yo abría grandes mis ojos.

— Entonces ese día. Si tú no hubieses estado. ¿Realmente era la hora de mi muerte? — exclamé pensativa.

— Sí —respondió honestamente Kilian

— Entonces te debo la vida. — Concluí

— Solo retrasé lo inevitable — Me aclaró

— ¿Cómo eligen de quién alimentarse?

— En algunos casos de personas detestables que se lo merecen, porque son malvadas y realmente no aportan nada bueno a los de su misma especie. Pero la mayoría de las veces, de quiénes de todas formas van a morir. Solo adelantamos su final. Tratamos de interferir lo menos posible con el ciclo natural de la vida. — me explicó con toda su calma.

— Dijiste que habías visto cuando abusaron de mí...— le pregunté a kilian recordando la primera vez que conversamos mientras yo estaba atada.

— Sí es verdad.

— ¿Por qué no hiciste nada para defenderme? — le reproché

— La vida humana debe seguir su curso, no podemos ser jueces y verdugos de todo lo que pasa en la tierra. Ustedes tienen sus leyes y sus castigos. No tenemos derecho a intervenir. — respondió y me pareció muy fría su conclusión

— Pero si se alimentan de nosotros, y dices que me habías elegido como compañera, en realidad no te entiendo — le dije confundida

— Usar nuestra fuerza para lo que ustedes llaman venganza, solo te lleva a una espiral destructiva de la cual muchas veces no se sale. Créeme cuando te digo que es mejor que nos mantengamos al margen.

— Neferet piensa que me elegiste porque te enamoraste de mí — le dije

— Y puede que tenga razón — confesó

— Si realmente me amaras me hubieses protegido — dije con tristeza

— Puedo ser tuyo, vivir para ti y protegerte, pero solo si me aceptas. Sí dejas de mirarme con asco y con desprecio. Si dejas de verme solo como un monstruo del que debes huir o al que disfrutas lastimar.

Y se giró hacia mí abrazándome con fuerza, besando mi cabello y mi hombro.

De pronto Vikran bajó por las escaleras.

—Ya es hora de salir —Avisó

—Enseguida subimos — dijo Kilian

—Muy bien Emily, hoy vas a salir con nosotros. Pero te pido que no intentes escapar. No quiero que pongas en peligro al grupo. Solo quiero que veas como vivimos para que puedas empezar a entender. — dijo Kilian.

(E)