Emily es una joven que está a punto de suicidarse tirándose desde un puente. Cuando un desconocido se acerca, aparentemente solo para verla morir.
Ella lo ignora y para terminar con su sufrimiento salta a las frías aguas, que poco a poco invaden su...
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*Narrador Omnisciente
Llegó la media noche y comenzaron a trasladar primero las jaulas en donde encerrarían a los líderes de los clanes enemigos. Y llevaron las cuerdas hechas con los mismos materiales con los que ataron a Emily. Y los materiales y demás cosas del aquelarre de Ágnes.
Luego los primeros en ir al campo fueron los tiradores de largo alcance que estarían en los lugares altos, con su buen aprovisionamiento de balas y para ocultarse y ajustar miras. Acostumbrando la vista a su campo, donde debían acertar cada tiro directo al corazón.
Luego llevaron a Ágnes y su aquelarre para esconderlas entre el bosque cercano, donde se les daría el aviso a la hora de estar pendientes, de no dejar que escapara Kun y los demás. Mientras ellas prepararían todo lo necesario.
Luego que todos se pusieron sus uniformes, cargaron sus armas y calzaron todo en sus fundas, se comenzaron a trasladar en grupos pequeños.
Kilian y los miembros más antiguos se moverían por el perímetro del campo de batalla, para hacer un último reconocimiento de las posiciones del ejercito enemigo. Y debía hacerse en la más absoluta discreción. Cualquier ruido o movimiento en falso alertaría al enemigo y los planes de atacar por sorpresa se arruinarían.
Como lo pensó Kilian, el ejército de Kun solo en Letonia ya llegaba a los 700 en la superficie, no sabían si acaso en el sótano tenían más, además de las víctimas que usaban para torturar y abusar para su diversión.
Luego de reconocido el campo se reunió Kilian con Elyr. Los reclutas de los dos clanes estaban escondidos entre los arbustos atentos a las instrucciones.
—Son mínimo 700 dividámoslos en cuatro, yo a la derecha y tú a la izquierda, los grupos de conjuros estarán atrás distrayendo a las otras dos cuartas partes. Para cuando se den cuenta y lleguen a la entrada ya habremos diezmado bastante su número. — dijo Kilian
—De acuerdo, mandé mis tiradores de largo alcance a apoyar a los tuyos, y enviaré a mi grupo con los dones de la mente a la parte de atrás que se reúnan con tus grupos.
Todo estaba en calma en el asentamiento de Kun, con la noticia falsa se mantenían en posiciones de descanso en lugar de estar alerta, y todos se movieron sigilosos a sus posiciones de escondite antes de salir al campo.
Y llegó la hora.
A las cinco de la mañana en punto, a la hora en que sus organismos estaban más relajados y en descanso, Kilian lanzó al aire una bengala roja y fue la señal de que los tiradores en las alturas comenzaran a matar a los guardias y vigías en los cuatro flancos del asentamiento enemigo. Haciéndoles pensar que eran atacados por los cuatro costados.
Y dieron la alarma entre el ejército de Kun y salieron corriendo hacia afuera de los cuatro costados los feroces vampiros de Kun.
Mientras que en la parte de atrás los tiradores mataban sin descanso desde las alturas, los grupos de conjuros hicieron aparecer a un supuesto ejército que se abalanzó contra los reclutas de Kun. Y atrás ocultos estaban los grupos que manipulaban los espectros disparando desde las sombras.
