Emily es una joven que está a punto de suicidarse tirándose desde un puente. Cuando un desconocido se acerca, aparentemente solo para verla morir.
Ella lo ignora y para terminar con su sufrimiento salta a las frías aguas, que poco a poco invaden su...
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* Narrador omnisciente
Atrás había quedado el hermoso dibujo que hizo de ella Kilian. En dónde se veía como una princesa de cuentos.
Bañaron a Emily para después recostarla en una cama, no sin antes dejarla firmemente atada con esas cuerdas que la debilitaban más y más.
La bella vampira se veía tendida como una masa llena de heridas y moretones, que tardaban cada vez más en sanar. De solo ver su estado, cualquier persona con un poco de corazón sentiría dolor en su propio cuerpo.
Sus captores querían tomarse un descanso de tanto que maltrataron su ser, para que llegara más allá de su límite de capacidad de soportar el dolor. Y darse cuenta que ya no tenía forma de valerse de esa fuerza descomunal que podría causarles daño.
Orlok estaba feliz, no solo cumplió todas sus fantasías retorcidas de maltratar el cuerpo de Emily, sino que le agradó, que ella le suplicara que parara con el tormento.
*Narra Orlok
Hace tiempo que no me divertía tanto. Ver un cuerpo hermoso ser sometido a todo lo que le hicimos fue realmente emocionante.
Por fin tuve la diversión que realmente me gustaba. Ya estaba cansado de ver siempre lo mismo en el sótano de kun.
Si tan solo pudiera hacerle ver a Kilian cómo tengo a su amor aquí. La sola imagen del estado de su cuerpo lo mataría, lo sé.
Y así como está, así con su cuerpo lleno de heridas, todavía siento ganas de tener sexo con ella. Terminar lo que empecé en ese callejón, dónde la muy desgraciada me hizo volar de una patada. Eso se lo voy a cobrar ahora.
— ¿Cómo te sientes Emily? — le pregunto solo para burlarme
Ella ni siquiera me mira, tiene sus ojos cansados y creo que no se atreve a mirarme. No después de cómo me suplicó que dejara de lastimarla.
No sé qué está pasando por su mente, ha bloqueado sus pensamientos para que no pueda ver lo que está pensando.
Así que siento más curiosidad, y me esfuerzo por entrar en su cabeza.
Y vaya que es interesante lo que acabo de ver, está evocando los momentos en que fue drogada y violada cuando era mortal. Se siente igual de vulnerable e indefensa. Y me compara con su padre, pero yo estoy seguro de ser mucho más sádico.
Siente terror de que le vuelva a pasar lo mismo, de revivir ese momento en su vida que la marcó por tantos años.
Y ahora que sé, que eso es lo que más teme, siento ganas de hacer su pesadilla realidad.
Comienzo a acariciar sus senos y los aprieto, y se queja de dolor porque esa parte de su cuerpo también esta herida. Bueno, en realidad no tiene un centímetro de piel sana, pero no hay cosa que me guste más que mezclar el dolor con el sexo.
