Uniformes y Armas Parte 68

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Kilian y Yannick de pronto aparecieron en un rincón del terreno con un container

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Kilian y Yannick de pronto aparecieron en un rincón del terreno con un container. No tengo idea como lo hicieron, pero robaron una cantidad enorme de plata.

Claro que para trabajarla los dos integrantes que eligió Mitsu debían protegerse como si manejaran químicos radioactivos. Estaban completamente cubiertos para protegerse con un traje que se hicieron.

Eran dos jóvenes japoneses que fueron rechazados debido a su inclinación sexual. Y podía entender el problema, una cultura con costumbres tan arraigadas y milenarias se resistirían a estos cambios.

Pero era increíble ver su disciplina desde antes del amanecer hasta cuando ya no había luz, esa obsesión por la perfección en cada trabajo que realizaban. La forma, el peso, el largo, los surcos que adornaban, la alineación, absolutamente todo, en el filo, en la espada, no debía ser otra cosa que perfecto. No me enteré que otro metal usaban para darle la dureza necesaria solo vi el resultado. Y Mitsu y los dos maestros de la espada probaban ellos mismos la efectividad de sus armas, y en verdad no había cosa material que se resistiera a su paso.

Trabajaban con una determinación y concentración tan férrea como si construir esas armas fuera toda la razón de ser de su existencia. En poco tiempo tenían todo un arsenal.

Con Jack conseguimos contactarnos con un hombre anónimo que vendía y fabricaba armas de fuego. Le pedimos según requerimientos de Kilian armas de mano como las automáticas y otras intermedias, de guerra, pero ligeras para colgar en la espalda y no entorpecer demasiado el movimiento. Y por último algunas para largo alcance ya que teníamos integrantes que habían sido francotiradores. Todas debían estar adaptadas para disparar balas de plata.

También solicitamos la máquina para poder seguir armando nuestras propias balas, y nos dio un breve curso acerca de calibres y como debíamos fabricarlas.

Me esmeraba varias horas al día en fabricar nuestras balas, tratando de copiar la disciplina de los jóvenes japoneses. Con cada hora que practicaba me salían mejores. Y con Kilian las probábamos en un campo de tiro improvisado en el fondo de la propiedad. Me encantaba mejorar mi puntería.

Luego inventamos mecanismos para practicar tiro con objetos en movimiento. Era obvio que frente a vampiros que se mueven rápido, el disparo debería hacerse en movimiento y con el instinto de saber que trayectoria seguiría la víctima, para que la bala esté en el lugar preciso antes que el cuerpo del vampiro llegue.

Parecía imposible de lograr, pero Kilian dijo que un vampiro en realidad solo se mueve rápido. Si un humano puede predecir el próximo movimiento del enemigo por el lenguaje que delata su cuerpo, con los vampiros era lo mismo, lo que debíamos era agilizar nuestros sentidos y percepciones y hacerlos igual de rápidos.

Jack nos llamó y estaba emocionado de encontrar información acerca de una tela ligera pero tremendamente resistente. Era para trajes experimentales de soldados. Kilian se aseguró de la ubicación y con Yannick fueron por ellas.

La propuesta del vampiroTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang