La Confianza Parte 53

842 73 11
                                    

Era la primera vez que dormiría con Kilian

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Era la primera vez que dormiría con Kilian. En su habitación.

De forma voluntaria. Sin celdas, sin presiones ni chantajes.

—Emily, reconozco que me he comportado como lo hizo la bestia. Lo único que puedo decir en mi defensa es que al igual que Daila los celos y falta de conocimiento para cortejar a una mujer, me hicieron cometer los peores errores de toda mi existencia. Por favor haz un esfuerzo por borrar eso de tu mente. —me abrazó muy fuerte y no me soltaba.

Luego se quitó la ropa y me quitó el vestido con todo lo demás.

—Solo descansaremos Emily, no temas, no te forzaré a nada. Pero es necesario que te acostumbres al contacto de mi piel.

—Está bien Kilian.

Nos acostamos y dormimos con nuestros cuerpos juntos, pero en ningún momento intentó acariciarme.

En principio me sentí incómoda, pero tras las horas me invadió el sueño y me dormí.

Me desperté y él me tenía abrazada. Todavía dormía y yo solo escuchaba su respiración.

Ahora que era como él no sentía raro el tacto con su piel. Mas bien era una sensación cálida dormir a su lado.

Y miraba su mano, su brazo y sus músculos. Era verdad lo que decía Neferet, Kilian a los ojos de una vampira si era atractivo y creo que también sus ojos para una humana. Ya que su mirada era misteriosa, la recuerdo cuando estaba en el puente.

Pero me preguntaba porque no había nacido en mi corazón el amor por él. Acaso yo misma ponía barreras a ese sentimiento que se debería haber generado por sí solo, si es que era verdad que estábamos destinados a conocernos. O acaso la forma de conocernos evitó el surgir espontáneo de ese sentimiento.

Aprovechando que dormía me giré lentamente para contemplar su rostro, y si era verdad que se veía como el heredero de un reino antiguo. Un príncipe de la época medieval. Con facciones elegantes pero varoniles, de aspecto serio como alguien que nació para mandar.

Quizás por eso le costaba tanto el trato conmigo, estaba acostumbrado a pedir y que le fuera dado. Y yo era esa pieza rebelde del rompecabezas que se negaba a encajar. En ese aspecto creo que Daila era más dócil, yo lo traté de "idiota" en el puente la primera vez que lo vi, ahora que recuerdo. Y las siguientes veces que discutimos aun sin la fuerza de él, me atreví a llamarlo "maldito monstruo", y lo hería cada vez que podía. Tampoco era cien por ciento víctima si tenía que ser sincera.

Mirándolo con detenimiento, debía reconocer que me parecía muy atrayente, aunque lo detestaba. Y me daba rabia tener ese sentimiento.

De pronto se despertó y me queda mirando; ahora que estaba calmado pude apreciar lo bellos que eran sus ojos. Y pensé, si tan solo hubiéramos empezado de forma diferente, si se hubiese comportado de otra forma conmigo, a lo mejor hubiera surgido un sentimiento en mí.

La propuesta del vampiroWhere stories live. Discover now