Emily es una joven que está a punto de suicidarse tirándose desde un puente. Cuando un desconocido se acerca, aparentemente solo para verla morir.
Ella lo ignora y para terminar con su sufrimiento salta a las frías aguas, que poco a poco invaden su...
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Kilian empezó a mandar a todos según un plan que tenían trazado para recibir el ataque de los lobos.
Primero formarían un círculo, de conjuros que debilitaría el ingreso de las bestias.
El segundo círculo sería de plantas de acónito.
El tercer círculo estaría compuesto por los mejores luchadores del Clan, dispuestos en puestos estratégicos.
El cuarto círculo, estaría formado por las vampiresas que era más diestras en el uso de cuchillos y el combate cuerpo a cuerpo.
Y por último estaría Neferet y Camus, quiénes debían utilizar todo su poder mental para confundir a las bestias y estarían dispuestos con flechas de plata.
Se suponía que yo debía estar en el centro del círculo, en una habitación en el sótano, como la vez anterior cuando estaba encarcelada.
Pero yo sabía que los lobos eran más débiles si faltaba su Alfa. Debía encontrar la manera, de herir al Alfa para que el Clan pudiera tener éxito.
Pregunté a Yannick sí existía una forma de crear la ilusión de un ser que en realidad no está.
— Necesito un conjuro que haga parecer que algo corre hacia acá.
— ¿Te refieres a una visión espectral? —Dijo Yannick
— Sí pero que sea convincente.
— Sí se puede. ¿Y de quién sería la visión? — preguntó
— Del Alfa de la manada —respondí
— ¿Te refieres a hacer un espectro con el aspecto del Alfa para engañar a su manada?
— Sí
— ¿No entiendo y eso de que nos serviría? —preguntó frunciendo el ceño Yannick
— ¿Se puede o no?
— Si puedo hacerlo —me respondió
— Voy a acercarme a la guarida de la bestia, y desde ese lugar me comunicaré contigo para qué crees el espectro y todos los lobos piensen que están siguiendo a su líder.
— No entiendo Emily, ¿de qué nos serviría eso? —repitió él
— Sí están separados serán menos fuertes, podemos dividir el ataque. —dije yo
— Ahora estoy entendiendo, pero ¿quién se encargará del Alfa?
— Yo —le dije segura
— Pero ¡cómo se te ocurre Emily! ¡Kilian no lo permitirá! —dijo Yannick
— No voy a pedirle permiso, esto es por cuenta mía, ¿me ayudas o no? —lo presioné
Yannick se quedó estupefacto ante mi propuesta.
— Pero ¿cómo piensas encargarte de semejante bestia? —preguntó preocupado
— Cuento con la ventaja de que me ve frágil y que está atraído por mí.
