Antes De La Batalla Parte 83

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*Narrador omnisciente

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*Narrador omnisciente

Emily pensaba que quizás esta podría ser la última noche que durmiera junto a Kilian. Y rondaban en su mente las imágenes de Orlok y lo que le hizo y pensó en aquella pareja, y que quizás ese demonio podría dominarla sin permitir que fuera de nuevo ella.

Podría estar a punto de morir y solo había malos sentimientos y pensamientos dentro de su ser. Y recordó el día en que saltó del puente, estaba dispuesta a irse de este mundo llevando en su mente solo dolor.

No quería que la historia se repitiera, sabía que lo más probable es que era muy pronto para sentir de nuevo lo que sentía con Kilian antes de su secuestro, pero prefería sentir lo mínimo o incluso nada, pero por lo menos llevarse en la mente que el último en tocarla fue él. Porque tenía un mal presentimiento, y últimamente su sexto sentido acertaba demasiado.

Estaban en el pequeño cuarto, donde no tenían mucha intimidad, y se escuchaba todo desde afuera, dado que era un cuarto improvisado y estaba nerviosa. Y él lo notó.

—¿Que pasa Emily? — la miró preocupado y con un nudo en la garganta le dijo ella

—Necesito estar contigo, aunque por el momento no sea como antes, y quizás me cueste, pero necesito grabar tu rostro en mi mente y que nos toquemos y besemos, aunque no se sienta igual para mí. Si algo malo pasa, quiero que nos vayamos de este mundo como esa pareja, quizás de una forma triste, pero con imágenes de amor en nuestras mentes —y no pudo evitar dejar salir su llanto, aunque no quería llorar frente a él y preocuparlo más aun de lo que ya estaba.

—Mi amor, aunque no me has dejado ver nada de lo que paso ese día puedo imaginarlo y te entiendo. Pídeme lo que quieras, lo que sea para sanar ese dolor que te causaron. Y no reprimas lo que siente tu corazón, aunque no digas nada yo puedo sentirlo. ¿Recuerdas la nueva conexión que tenemos tras nuestra unión? Respira profundo mi amor, vacía ahora tu mente como te enseño Mitsu — dijo Kilian

Y ella respiró profundo sacando de su cabeza todo, solo veía lo que estaba frente a ella ahora, en el presente.

—Mira mis ojos, estos mismos ojos que te arrastraban hacia mí el día que nos unimos — dijo Kilian y algo hacía que volvía a sentir su poder irresistible y magnético. Que la arrastraban hacia él con las fuerzas de las aguas de una gigantesca catarata.

Y de pronto solo existían sus hermosos ojos y sus dedos que secaban sus lágrimas.

—Naciste para ser mi compañera y yo te he amado desde antes que existieras, solo imagina esas poderosas cadenas que atan nuestras vidas. Nada de lo que haya sucedido será un impedimento para que sigamos siendo el uno del otro, estoy seguro que ni la muerte podrá separarnos, ¿acaso tu madre no te dijo que tus sentimientos aun desde tan lejos ataban su alma? Solo imagina como debemos estar aferrados el uno del otro, si hasta las leyes del universo quieren que estemos juntos — dijo Kilian y la besaba tan dulcemente y ella acariciaba su cara.

No es fácil para una mujer entregarse de nuevo tras una salvaje tortura y violación, son heridas que solo entiende el que las sufre, pero esta era para ella una guerra de su mente, para salir de esa cárcel abominable en que la tenía todavía Orlok y su recuerdo.

Y esa noche dio la batalla más dolorosa para ella. Y se entregó de nuevo a Kilian, luchando porque sus besos y sus caricias ocuparan todo en su mente y corazón, y fueran como bálsamos para las heridas de su alma y borraran para siempre el terror y asco de esas horas de tormento.

No dejaba de mirar sus ojos mientras le quitaba la ropa y lentamente le acariciaba, era un descanso para su corazón sentir su piel, el palpitar de su corazón y oír su voz diciendo que la amaba. Y en silencio con demasiada ternura Kilian una vez más la hizo suya y ella sentía que lentamente salía de entre los barrotes de la cárcel de su dolor.

—Te amo Kilian, si algo malo llegara a pasar, ata mi alma con cadenas poderosas, que no pueda irme de este mundo sin ti —le dijo y lo besó queriendo sellar un pacto de amor y de vida para que nada los pudiera separar.

*En el asentamiento

Había fogatas en el exterior y todos conversaban o estaban dedicados a sus asuntos de forma relajada pero alerta.

Neferet tenía la vista perdida en las llamas de la fogata pensando en su amor. Ese joven de este tiempo moderno, el primero en hacerla sentir esas sensaciones tan hermosas que no sabía que podía experimentar con un hombre, porque por mucho tiempo para ella el sexo solo era un truco de la mente más para jugar que para sentir placer.

Le divertían las expresiones de aquellos que dominaba con su mente como lo hizo con Emily y era su forma juguetona de establecer una amistad. Pero con Jack fue distinto, con el planeaba por primera vez un futuro.

Vikran estaba con su grupo, preparándose para ser dignos del Valhalla, el nombre del paraíso de su pueblo donde solo los más valientes guerreros son dignos de entrar, porque luchan sin miedo a la muerte.

Sabiendo que les espera, una enorme mesa, con el más exquisito de los banquetes y para recibir los galardones de sus dioses. Y esperaba que su familia estuviera allí, después de todo su mujer también murió luchando por defender a sus hijos.

Mitsu meditaba con su grupo, porque la espada y sus propios cuerpos debían ser solo uno. Y no verían al enemigo con los ojos, de todos los sentidos este era el último en ser usado por un guerrero de la espada.

Aunque suene raro, ella enseñaba que la mejor manera de ver era con el espíritu, predecir lo que haría el enemigo antes incluso de mover su cuerpo o su arma, esto es lo que en la antigüedad hacia a los guerreros de su pueblo prácticamente invencibles.

Porque su velocidad de reacción no dependía de esperar el ataque del enemigo, de ver con sus ojos venir hacia ellos el golpe. Y con estas técnicas prevalecieron por siglos.

Kaia estaba al frente de los treinta soldados dado que Kilian y Emily andaban demasiado ocupados. Pero por ser hermana de Kilian para ella vivir rodeada de soldados era natural. Aunque en su vida mortal no participó en guerras, siglo tras siglo los pensamientos y las emociones de los soldados eran los mismos, sus preocupaciones y sus esperanzas.

Tantas veces había estado rodeada de la guerra sin pelear hasta ahora. Que de todas formas tenía mucho que decir, para alentar a su grupo que escuchaba con plena atención a esta joven vampira, que con sus propios ojos fue testigo de batallas ancestrales.

Brais sentado junto a Nain recordaba a la joven mortal y su hijo por las cuales luchaba, y en secreto recordaba los besos que le dio a Emily, aunque nadie lo supo en silencio sufrió cuando fue secuestrada. Y se alegró cuando volvió, aunque no fuera para estar con él. Se conformaba con verla de lejos y añoraba tener una compañera para él. Pero a pesar de estar rodeado de varias jóvenes hermosas todavía no había quedado prendado su corazón.

Pero Nain que parecía el más serio y distante, ya hacia planes tras la guerra con una joven de la que trataba de no separarse en todo el tiempo que no estaban descansando.

El más feliz era Yannick, tras siglos de estar solo en su sótano/laboratorio tenia a toda una clase, de alumnos hambrientos de sus conocimientos. Se mezclaban con los grupos de Neferet y Camus, más los suyos. Y además de las armas físicas llevaban días preparando sus mentes, sus trucos y sus conjuros, con la tenacidad inquebrantable del que sabe que por fin ha encontrado la misión de su vida.

Y como dijo cuando existía Orlok, la vida y libertad de muchos dependía de un puñado de vampiros sentimentales. En lo único que erró su conclusión, era que el odio, la furia, los deseos de venganza y el anhelo de morir luchando con honor también son sentimientos, y en seres como ellos, son un temible motor.

(E)

La propuesta del vampiroWo Geschichten leben. Entdecke jetzt