Emily es una joven que está a punto de suicidarse tirándose desde un puente. Cuando un desconocido se acerca, aparentemente solo para verla morir.
Ella lo ignora y para terminar con su sufrimiento salta a las frías aguas, que poco a poco invaden su...
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Ahora me tocaba la etapa de practicar con Brais y Nain el arte del sigilo, y desplazarse siendo invisible.
Tocaron a mi puerta y entraron.
—Debes llevar ropa oscura y cómoda, pegada al cuerpo para que no se enganche en nada y sin zapatos —dijo Brais
—Aquí tienes tu ropa, póntela y amarra bien tu cabello que no sobresalga ni un mechón, luego te pones esa gorra negra para cubrir ese color que se ve a kilómetros. —dijo Nain en tono serio.
Parecía que el más amable era Brais, ya que Nain tenía ese aire agreste de la gente de oriente, de esas aldeas en donde consideran a las mujeres como una peste.
Me cambié y fui con ellos a mi lugar de entrenamiento.
Llegamos a una parte que no conocía del bosque.
Los tres estábamos plenamente cubiertos de negro, el color perfecto para moverse entre las sombras.
Brais susurrando me dijo:
— Cuando debemos hacer salidas para poder reconocer un punto de ataque del enemigo. El éxito de la misión se traduce en que podamos observar el lugar y llevar la información hasta el clan sin ser detectados. Es una especie de reconocimiento previo de lo que será el campo de batalla.
Eso nos da ventajas a la hora de planear estrategias de ataque.
— La bestia podía reconocer el olor de kilian, ¿cómo hacen entonces para poder reconocer el territorio sin ser detectados por su olor? — pregunté
— Tenemos esencias que nos pasamos por todo el cuerpo para que no haya diferencia entre el bosque y nosotros — dijo Brais
— Lo primero que tienes que aprender es no perder la orientación en la completa oscuridad. Aquí no puedes traer papel para luego explicar toda la información necesaria que debes llevar. Todo debe quedar registrado en tu cabeza. Y para ello es necesario que tengas plena conciencia de dónde te encuentras en cada momento. Es una mezcla de capacidad de orientación, concentración y memoria — explicó Nain
— También debes aprender a moverte como lo hacen las fieras, sin emitir sonidos, siempre teniendo en cuenta la orientación del viento para que tu olor no te delate, en caso de que las esencias que pongas sobre tu piel pierdan sus propiedades. —dijo Brais
Estuvimos varias noches susurrando ellos sus lecciones y yo aprendiendo cada uno de sus movimientos. Por la forma de mi cuerpo más pequeña este tipo de tarea era para mí una ventaja, sí era efectiva podía recorrer distintos lugares y llevar información valiosa.
Luego los ejercicios comenzaron a tornarse más bruscos. Mis dos entrenadores se escondían sin que yo supiera dónde. Y cada vez me llevaban a una zona nueva. Mi tarea era hacer un mapa mental del área y salir sin ser detectada. Pero cuando uno de ellos dos me encontraban recibía una paliza.
