El Antepasado De Emily Parte 74

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Sentí que llegamos a un lugar antiguo, por el olor era un lugar demasiado viejo

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Sentí que llegamos a un lugar antiguo, por el olor era un lugar demasiado viejo. Me quitaron toda la ropa y me ataron a una especie de cama o tabla. De nuestros espionajes, sabía que lo que me esperaba eran torturas.

Kun y su gente se divertían mucho causándole daño a los demás. Ya tenía claro que Orlok se vengaría de Kilian a través de mí. Y comencé a preparar mi mente con las meditaciones aprendidas para controlar, soportar y sobrevivir al inmenso dolor que me esperaba.

— Sabes Emily, lo que voy a hacer ahora no es nada personal. Pero me imagino que ya te das cuenta de que no me llevo bien con Kilian. Y ya que él te ama mucho, pienso quedarme contigo. No te voy a matar sí eso es lo que piensas. Pero para que seas mi compañera debo estar bien seguro que voy a poder controlar tu lado más salvaje. Porque no quiero que termines arrancándome la cabeza. — dijo Orlok y dio la orden de que me sujetaran fuerte de pies y manos a esa especie de máquina y los que me lanzaron los conjuros estuvieran atentos.

Y comencé a sentir como estiraban mi cuerpo tirando en sentidos opuestos mis pies y mis manos. Y aunque vampira, de todas formas, sentía dolor.

Como vio que mis quejidos no eran suficientes, dio la orden de que aumentaran la presión, y así cada vez, hasta que no pude evitar gritar del dolor. Lo que comenzó en pequeños gemidos mas tarde eran alaridos que no podía controlar. Jamás pude pensar que alguna vez estaría en semejante situación, soportando tal agonía.

— Voy a llevarte al límite Emily, quiero ver qué tan efectivo es el trabajo que realizó esta gente que contraté, ten por seguro que cuando esté realmente comprobado que ya no vas a transformarte en esa fiera salvaje. Dejaré de utilizar estas máquinas. — dijo Orlok

Estuvo horas conmigo, no solo utilizaban las máquinas, sino que me quemaba con todo tipo de cosas, plata, agua bendita, y la parte más terrible de soportar fue cuando comenzó a hacerme cortes por todo mi cuerpo con un cuchillo. Hasta ese momento no sabía lo que significaba realmente el dolor, en toda la extensión de la palabra. Y mis gritos invadían el lugar.

—Sabes Emily, detesto los gritos de las mujeres, pero contigo es diferente. Por alguna razón no puedo dejar de escuchar tus lamentos y hasta eso me atrae de ti. — decía Orlok mientras lenta y terriblemente pasaba por mi piel un cuchillo que abría mis carnes. Mientras yo apretaba mis mandíbulas hasta casi partir mis dientes.

Sentía que sanaba más lento, las heridas no se cerraban tan rápido como antes, debido al material con el que me tenían atada. Al parecer no solo me quitaba fuerza, sino que, además, la capacidad de auto sanarme. Y hasta el dolor se sentía más como si fuese una mortal.

En varios momentos debido al dolor perdí el conocimiento, y Orlok me despertaba a golpes en la cara.

—Despierta princesa, debemos continuar, todavía no te toca descanso —decía Orlok a la vez que soltaba bofetadas sobre mi rostro también lastimado.

La propuesta del vampiroWhere stories live. Discover now