Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|

12

Me puse unos zapatos casuales para salir a caminar y recogí mi cabello en una coleta alta.

—¿Vas a salir?

La voz de Christopher me asustó, me giré para mirarlo, estaba recostado sobre el marco de la puerta de la habitación.

—Dios, ¿qué haces aquí? ¿Por qué no me llamaste antes? —dije poniendo una mano en mi pecho.

—Te hice una pregunta. —se cruzó de brazos repasándome de arriba a abajo frunciendo el ceño.

—Sí, voy a salir. —fui hasta el tocador para ponerme uno de mis collares.

—¿Con quién? —le pasé por el lado para ir a la sala, mi hermano me siguió.

Muy mala idea fue darle la llave del departamento.

—Con alguien. —volteé a él— ¿Sucede algo, hermanito?

Hizo un movimiento con su cabeza señalando al sofá en la sala. Lo miré raro antes de caminar y sentarnos al lado del otro. Christopher suspiró antes de mirarme.

—Alex me contó sobre tu posible viaje a Italia. —puse los ojos en blanco. Papá era un chismoso— Necesito que me des todos los documentos que te han mandado.

—¿Para qué? —lo miré sin entender— Son cosas de la boutique y a ti nunca te ha interesado eso, solo quieren que abra otra allá. Ya lo estoy resolviendo Chris. —le digo cuando me mira con duda— Por el momento no iré, pero si siguen insistiendo tendré que encargarme personalmente de esto.

—Mándame los documentos, Cheryl. —repitió — Y no quiero que viajes sin decirme antes. —se puso de pie, y yo lo seguí— Habrá más hombres cuidando de ti desde ahora.

¿Cómo dijo?

Aquí pasa algo...

—¿Sucede algo? —ya me estaba preocupando y asustando.

—No. —no le creo— Sólo no quiero que salgas sola, es por seguridad.

Algo me oculta...

—De acuerdo... lo que digas. —caminé extrañada hasta mi estudio para tomar los documentos sobre la nueva boutique y se los entregué— Esto es lo que me han mandado, no he firmado nada todavía.

—No lo hagas. —habló apresurado— Hasta que te diga.

Esto no huele bien.

—Es algo malo, ¿verdad?

—Tú sólo haz caso. —se pasó las manos por la cara. Se veía preocupado, y eso sólo me preocupaba a mí, porque si mi hermano está así significa que algo malo pasa— ¿Con quién vas a salir?

Suspiré.

—¿Te acuerdas de Daniel? —negó— Bueno, pues con él.

—¿Qué Daniel? —se me quedó viendo, hasta que hizo una mueca— ¿Daniel, tu ex?

Asentí rodando los ojos.

—No es mi ex. —me crucé de brazos— Sólo nos acostamos por varios meses. Y fue hace años.

—Como sea, ¿por qué te veras con él?

Dejé comida para Enzo al igual que agua. No lo sacaría hoy, estaba gruñón.

—Porque estará en la ciudad sólo por hoy y quería verme antes de irse. —le expliqué tomándolo del brazo para salir del apartamento— Y ya voy tarde.

Lo empujé hasta que llegamos a donde las camionetas de sus escoltas y Ryan nos esperaban. Habían más hombres que no conocía, me imagino que son los que me vigilarán, según Chris.