Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|

17

Narrador Omnisciente

—Lo mejor es que esté lejos hasta que se pueda resolver todo.

—Lo mejor es que ambas estén aquí, si se van a otro lugar Ian las volverá a encontrar.

Alex, Parker y Christopher llevaban peleando más de una hora en el estudio del Coronel sobre lo que sucedería con Cheryl y Rosella. El ministro quería que su hija se fuera lejos para que estuviera alejada de la guerra, Christopher se negaba a eso, y Dominick no lo iba a permitir.

—Les pondremos seguridad entonces. —volvió a decir.

—Claro, porque eso sirvió muy bien en el pasado. —habló sarcástico Christopher.

—Ellas no se irán. —dijo firme Dominick.

Él no se iba a arriesgar a que les sucediera algo malo estando lejos, por lo menos si están cerca puede asegurarse de que están bien, verlas lo más que puede. Si las llevan a otro lugar no podrá llegar a tiempo si algo malo llega a pasar.

—¡Estoy intentado alejar a Cheryl de este mundo! ¡Pensé que estarías de acuerdo luego todo lo que a sucedido! —le reprochó a Parker.

Parker alzó una ceja.

—Ni mi mujer, ni mi hija se irán a otro lugar en donde yo no esté. —le advirtió, mirando a ambos Morgan— No las pondré en peligro llevándolas a otro lugar. —miró a Alex— Cheryl lo único que quiere es no ser involucrada en nada de lo que se haga, ella estará bien mientras que no la estén cambiando de lugar en lugar, aumentando la posibilidad de que Ian de con ella.

No dijo nada más, ignoró lo que su suegro dijo y salió del estudio. Entró a la habitación pensando que Cheryl estaba ahí, pero no fue así. Las risas en el patio le dijeron otra cosa.

Se asomó por la ventana que daba al patio trasero lleno de nieve. Todos los niños estaban ahí corriendo, pero sus ojos sólo iba hacia Cheryl. Ella sonreía y reía jugando con ellos, intentando atraparlos.

Le encantaba todo de ella, siempre se lo había dicho, pero su sonrisa era lo que lo había enamorado por completo.

Sonrió cuando ella atrapó a la pequeña Peyton, pero por un mal movimiento terminaron en el suelo, Cheryl de espaldas y la niña sobre ella riendo. Los demás se le lanzaron encima jugando, causando que riera en carcajadas por eso.

Le gustaba ver de ese modo. Algo se formó en su pecho al recordar en ese momento las palabras de la noche anterior.

—Necesito que me prometas algo... —lo miro con su cabeza aun sobre su pecho— Prométeme que si sucede algo, tú prioridad siempre será Rosella.

—Las dos lo son, muñeca. —le contestó— Sé a lo que te refieres, pero siempre las protegeré a ambas.

Ella negó.

—Si algo sucede, si algo grave en serio sucede, lo primero que harás es ir por Rosella y la pondrás a salvo. Tienes que prometerme que siempre será ella primero.

Obviamente siempre iría por Rosella si algo llegara a pasar, pero sabía a lo que su novia se refería. Si en algún punto lo pusieran a elegir entre ella y si hija, él tendría que ir por la niña. ¿Pero cómo podría escoger entre Cheryl y su hija?

Ni si quiera quiere imaginarse en una situación así.

Volvió a mirar por la ventana negando. Cheryl alzó la mirada, sonrió aún más y sus ojos se iluminaron cuando vio que Parker la veía desde la habitación. Les dijo algo a los niños con una sonrisa, y todos se levantaron y comenzaron a correr hacia dentro de la casa.