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Narrador Omnisciente

Hoy la central de Londres estaba tranquila, en su gran mayoría. Todos estaban ocupados en las misiones, papeleo, o en la candidatura para ministro del Coronel Morgan.

Todos pendientes a sus trabajos excepto dos personas: Patrick Linguini y Simon Miller.

Ellos dos caminaban por los pasillos en busca de la oficina del Capitán Dominick Parker. 

El capitán se encontraba trabajando en su oficina revisando unos papeles, su mirada estaba en ellos, pero su mente estaba en otro lugar. 

O en una persona.

La puerta se abrió de golpe y dos figuras entraron por ella. Cerraron con seguro la puerta y se sentaron en las sillas frente al escritorio, bajo la atenta y rara mirada de Parker.

—¿Que hacen aquí? —preguntó extrañado.

—Vinimos a visitarte, amigo. —Simon sonrió poniendo sus codos sobre el escritorio.

Simon sonreía y Patrick se encontraba, entre sonriente y nervioso.

—¿Pasa algo?

—Sí... tenemos cosas que decirte. —Patrick se rascó la nuca.

¿Cómo se le dice a alguien que probablemente va a morir?

Parker los miró esperando a que hablaran, no entendía que les pasaba y estaba ocupado como para tenerlos ahí sin hablar.

—Escucha, queremos hablarte de Cheryl.

—¿Por qué de ella? —volvió a mirar los papeles que tenía en las manos sin importancia. Cuando a los segundos no los escucho ni respirar, los volvió a mirar. Ellos estaban alzando una ceja como diciendo ¿En serio?— ¿Qué?

—Haste el pendejo...

—¿Perdón?

—Tenemos una pregunta... —Simon habló— ¿Sabes qué hay cámaras en los pasillos o no?

Dominick intentó hacerse el que no entendía cuando ellos dijeron eso, pero no funcionó. Obviamente ellos habían visto todo.

—¿Entonces? ¿Algo que quiera decirnos sobre la pequeña de los Morgan, Capitán?

—Sólo fue un beso. —dijo sin importancia— No va a pasar otra vez. —murmuró.

Pero quiere que suceda otra vez.

—Tienes que darnos las gracias de que vimos las cámaras primero que Christopher. —Patrick se recostó del espaldar de la silla con una sonrisa— Sino, ahora estuvieras cinco metros bajo el suelo por haber besado a su hermanita.

Parker se tensó un poco, para luego negar.

—No volverá a pasar. —repitió.

Patrick y Simon se miraron cómplices. Ambos sabían que en algún punto ese beso volvería a pasar.

A de más, Patrick debe recuperar los quinientos dólares que perdió con Rachel.

—Sólo para advertirte, por si llega a pasar algo entre ustedes...

—No pasará nada.

Ya, claro.

—Cheryl no es cualquier persona. —comenzó Simon— No es cualquier mujer. El ministro y Christopher la cuidan demasiado y no permiten que cualquier se le acerque.

—La conocemos desde que era una pulga, —continuó Patrick— sabemos de primera mano lo caprichosa que puede llegar a ser. Toda su familia la ha consentido y mimando  demasiado. Así que como dato, nunca, en serio, nunca le digas un No.

—En serio, no lo hagas. —Simon puso cara de horror— Lo haces y en menos de dos horas tienes a Christopher golpeándote porque hiciste llorar a su hermanita...

Eso será anécdota para otro momento.

El Alemán los miró como si no les creyera. ¿Era en serio lo que decían? Aunque sí había notado lo irritante y molesta que era ella cuando se lo proponía, quizás no había notado lo berrinchuda que podía ser.

—¿Si lo hago se pondrá a llorar? —dijo en modo de burla.

—No, no llorará porque le dijiste eso, pero sí lo hará frente a su hermano y padre para que te maten. —le explicó Patrick como si fuera lo más normal del mundo.

—Primero entra en un cortocircuito. —siguió Simon traumatizado— Luego simplemente se va sin decir nada. A las pocas horas sientes un golpe en la mejilla y ves a un Christopher Morgan furioso frente a ti. —sintió un escalofrío— Cheryl te deja de hablar durante semanas hasta que le pidas perdón...

Dominick hizo una mueca. Lo que le faltaba, besar a una mujer que se pasa de berrinchuda y dramática.

—El punto aquí era advertirte en el terreno que estás pisando. Créeme, los Morgan son muy celosos con esa chica, y no perdonan ni un solo error cuando de ella se trata.

Creo que eso ya está muy claro. Nadie toca a Cheryl Morgan si quiere salir con vida.

—No pasará nada. —dijo por cuarta vez— Sólo fue cosas de una vez.

Quería repetirlo, sí. Pero tampoco se quería involucrar tanto con ella... se veía como una mujer muy delicada, y él no iba a romperla con sus cosas.

—Tampoco dijimos eso para asustarte, sólo queríamos que tuvieras claro lo que pasaría en un caso hipotético. —Linguini intentó tranquilizar el ambiente— Dejando sus caprichos a un lado, ella es muy inteligente, creativa, una mujer hermosa tanto por fuera como por dentro.

Sí... sólo a veces por dentro.

—Patrick, no me voy a involucrar con Cheryl. —se cruzó de brazos recostándose en la silla— Es la hermana menor de Christopher. Sólo eso.

—Se verían bien juntos. Sus personalidades son diferentes y creo que se podrían complementar.

Parker negó. No creía que algo con Cheryl Morgan sea bueno, al menos no para ella.

—Tengo trabajo que hacer. —le dijo, prácticamente botándolos de su oficina.

Patrick lo miró indignado y ofendido.

—Uno quiero ayudar y las personas son malagradecidas. —se puso de pie— Pero ya vendrás a mí. —abrió la puerta para irse, pero volteó cuando Simon se quedó quieto en su lugar— ¿Te encuentras bien?

Llevaba rato con una mirada traumada.

—Gasté más de cinco mil dólares en ese collar para que Cheryl dejara de decir que la ofendí frente a todos... —murmuró .

Los capitanes sólo rodaron los ojos.

Al marcharse, Parker se quedó pensando en lo que sucedió.

Quería volver a besarla. No sabía que le hizo esa mujer, pero lo tenía pensado en ella día y noche.

¿Cómo se la podría sacar de la cabeza?

En serio eres irritante, Cheryl Morgan. Pensó.

• ────── 🖤 ────── •

• Bueno, Cheryl puede llegar a exagerar las cosas.

• Patrick siempre de cupido.

• Simon abrió un recuerdo que creía olvidar, Cheryl ya lo traumó.

• ¿Será que la cosa salga bien para Parker y Cheryl?

Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|Where stories live. Discover now