Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|

4

Dominick Parker

—No deberías estresarte por eso, los mellizos ni si quieran han nacido.

—Pero quiero tener aunque sea un boceto de lo que quiero. —lanzó otro papel a la basura— Me rindo. ¿Por qué no fueron niñas? Se me hace más fácil hacer vestidos pequeños que ropa para niño.

Desde que se enteró que tendría dos sobrinos varones lleva creando ropa para ellos, y cada uno ha terminado en la basura porque, según ella dice, ninguno es lo suficientemente lindo y bueno para sus sobrinos.

—Deja de reírte, Parker. —me lanzó una bola de papel a la cara. Se puso de pie quitándose los lentes— ¿Ya tienes que irte?

Tenía que ir a una misión, y aunque era corta y regresaba mañana, Cheryl se iría con James a donde se encontraba por petición de su hermano. No la vería en cuatro días.

—Sí. —la atraje a mí poniendo mis brazos alrededor de su cintura.

—Pero estarás aquí cuando den los resultados, ¿no? —pasó sus manos por detrás de mi cuello, me incliné para besarla.

—Estaré aquí. —reí— Intenta no ser tan irritante cuando estés allá.

Golpeó mi brazo sonriendo.

—Que idiota eres. —me besó.

Tocaron a la puerta y ambos miramos a Ryan, que entraba casi tapándose los ojos haciendo que mi novia rodara los ojos.

—Lamentó interrumpir este momento, pero el jet la está esperando, señorita Morgan.

—En seguida voy, Ryan. —murmuró.

Tomó mi rostro para besarme con fuerza, la pegué más a mí.

—Te veo luego, amor. —besé su frente antes de apartarme de ella— Cuídate.

—Te veo luego, muñeca.

Y esa fue la última vez que la vi.

Cuando Bratt nos mandó a encerrar y tomamos la decisión de seguir al Coronel esperaba que ella estuviera con él, pero no fue así.

Su hermano la había mandado a otro lugar, y durante meses creí que estaría a salvo junto con Ryan. Sólo hablé con ella una vez, se escuchaba tan nerviosa que quería ir a donde se encontraba para calmarla.

Cuando nos atraparon nos mantuvieron encerrados, ninguno estaba cerca del otro, a lo lejos escuchaba a Alexa llorar en las noches, o al ministro recordando a su hijo.

Bratt dos semanas después entró a mi celda con una sonrisa cínica, me esperaba lo peor cuando minutos antes habían oído como sacaban al ministro de la suya.

Fue cuando me enteré de lo que sucedió.

—Hace unas horas encontraron el cuerpo sin vida de Cheryl, en una mansión en Grecia. —me quedé estático sin poder reaccionar— Ian Martini mandó a matarla.

Tres años han pasado de eso y todavía no he podido superar que ella haya muerto. Es como si una parte de mí no quisiera aceptar que ya no está.

Miré al frente al escuchar a Bratt y a Gema dando órdenes. Todos estábamos en filas escuchándolos hablar estupideces. Desde que tomaron el puesto como ministro y primera dama nos bajaron de nuestros puestos y nos han mantenido de aquí para allá como esclavos.