Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|

19

¿Recuerdas que te había dicho que era mejor contarle todo a Alex y a Christopher antes de que se enteraran por otra persona?

Ajá.

Pues ya ves, por no hacerme caso estás en problemas.

—¿Quieres explicarme esto?

Momento de decir la verdad, Cheryl.

—Seguramente tengo un admirador por ahí, papi. —sonreí un poco.

—Sin mentiras, Cheryl Valentina.

Abrí mucho los ojos al escucharlo decir eso.

—No me digas así, sabes que odio que me digan así.

Todos tienen prohibido llamarme por mi segundo nombre, es la cosa más horrible que mamá y papá me han hecho, ponerme ese horrible nombre.

—Entonces habla.

¿Y qué le diría? ¿Qué dejé que me lastimaran sólo porque no sabía defenderme? No gracias, no les daré un motivo para echarme en cara que si me hubiera unido a la milicia esto no hubiera pasado.

Suspiré.

Quizás no le tengo que decir toda la verdad, sólo una parte de esta.

—¿Te acuerdas de Ian? —murmuré.

—¿Quién mierda es Ian? —cruzó los brazos enojado— ¿El idiota aquel con quien salías?

—Sí... mi novio papá, bueno, exnovio. —tomé aire— Te conté que habíamos terminado, y tú le prohibiste la entrada a Londres.

Lo tuvo que hacer cuando Ian lo llamó diciendo que tenía que hablar con él sobre mí. Papá ya sabía que habíamos terminado así que para no tener que aguantarlo, le prohibió la entrada.

—Ajá. ¿Por qué te manda flores con esa nota? ¿Por qué no me dijiste que ya te había mandado?

—Pues papá, no lo vi importante. —me encogí de hombros— Seguramente no me puede olvidar, y lo entiendo, ¿quién se olvidaría de mí?

—Esto no tiene nada de gracioso, Cheryl. —Regina habló.

¿Bueno? ¿Qué esperan ellos que haga yo? ¿Ponerme a llorar o algo?

—Miren, no sé qué le pasa a Ian que ahora me está intentando contactar, —o algo por el estilo— pero no le haré caso. Y, se supone que no esté en Londres, así que...

—"Se supone" —Papá se pasa las manos por la cara— Más vale que no tenga un solo pie en la ciudad si no quiere acabar muerto.

Esperemos que esté lejos y sólo quiera asustarnos...

No... no lo creo. Él no es así. Si hace esto es para que ya sepa que está aquí. Y como dice, pronto nos volveremos a ver.

Y creo que si me atrapa, esta vez no lograré escapar de él.

—Hija... —miré a mamá— ¿Está todo bien?

Dejando a un lado que nuestro ex nos está acechando como psicópata...

—Todo bien, mamá. —sonreí en su dirección— No te preocupes.

Regina negó. Seguramente ella ya sabe o sospecha que algo no va bien, papá luce igual.

El timbre del horno suena y mamá se retira, dejándome con los dos Morgan que no me dejaran en paz.

—Debo suponer que es algo grave, ¿no es así? —como dije, Regina siempre sabe todo— Tu hermano ha estado más sobre protector que nunca.