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Pasé mis manos por el rostro respirando hondo. Me dolía mucho la cabeza.

-¿Estás enojada con papá, mami?

Rosella estaba a mi lado en el sofá del departamento. Las niñas veían una película y yo me senté con ellas intentando distraerme.

-No, florecita, no estoy enojada.

-Pero es que pareces enojada, tía. -murmuró Abby.

No estaba enojada.

Creo.

No, no lo estaba.

-No se preocupen, son cosas de adultos. -les sonreí- ¿Qué quieren para cenar hoy? ¿Pasta? ¿Pizza?

-¡Lasaña! -dijeron ambas.

-Perfecto. -sonreí- Lasaña será.

Fui a la cocina dejándolas solas y entretenidas, no sabía que estaban viendo, pero al parecer ellas dos amaban esa película.

Me concentré en hacer la comida olvidándome de todo lo que ocurría fuera de este departamento. Había asistido a una cita virtual con un psicólogo, no me fiaba en ir a ningún lado o que alguien viniera. Hablé con él durante dos horas, de todo y al mismo tiempo de nada de lo que ocurría.

-Cuéntame sobre él. -dijo- Su relación.

-¿Es necesario? -murmuré con duda.

-Quiero saber la causa de tus lagunas, así que sí, es necesario.

Durante casi cuarenta minutos estuve hablando de mi relación que Ian, lo que ocurrió hace siete años, como le acosaba hace cuatro años atrás, y luego lo que he vivido los últimos tres años, ignorando el detalle que es parte de la mafia.

Intenté recordar algo sobre las llamadas, pero me dijo que no me esforzara en hacerlo.

-Llevas mucho estrés contigo, pánico y ansiedad, todo eso sólo explotó a la vez haciendo que colapsaras. -explicó- Tu mente sólo te está protegiendo, así que borró las partes traumáticas, por eso te sentiste bien al despertar.

-¿Entonces por qué recuerdo lo demás? -pregunté- Recuerdo todo lo que me hizo.

Él me miró a través de la pantalla.

-No todo al parecer, con lo que me acabas de contar me di cuenta qué hay partes que no encajan con otras, situaciones que quiere reprimir.

-No entiendo...

-Te lo iré explicando poco a poco, pero quizás aunque no te des cuenta, algunas cosas ya las ves como algo normal. -me acomodé en la silla mirando hacia otro lado- O solo es algo que no quieres olvidar, para estar alerta tal vez. Trabajaremos en eso con los días.

Lo último que me dijo es que las lagunas pueden durar días o meses, quizás toda la vida, pero que quizás pueden regresar en el momento que ya no necesite ese bloqueo.

-Tu mente sólo te protege, pero si en verdad quieres saber lo que ocurrió, lo mejor es que tengas un ambiente de apoyo. -arregló sus lentes-No te expongas a nada que te altere ni estés con personas que lo hagan, si tu mente siente que está tranquila y ya no hay peligro, poco a poco lograrás recordar.

Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|Where stories live. Discover now