Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|

Final

Varios meses después...

Las cosas lograron mejorar para nosotros.

He ido a terapia y me han ayudado a superar pesadillas, los ataques de pánico, las crisis y mis lagunas. Todo eso ya había acabado y me en borraba muy bien, física y mentalmente.

Rosella también fue con un psicólogo infantil, la ha ayudado a superar el miedo qué pasó cuando la encerraron y unas cosas más que Ian le provocó.

Luego de muchas secciones ambas nos encontrábamos bien.

La relación con mi padre no ha sido la misma, me alejé de él y sinceramente fue lo mejor.

Mamá se mudó a Canadá también tiene una casa cerca de la de nosotros y viene casi todos los días para ver a Rosella y cocinarle.

Con Chris... las cosas no empeoraron, de hecho en pocas palabras se disculpó conmigo, a su extraño e idiota modo. No dejó de ser Christopher. Aún así me sorprendió, pero como le había dicho, lo mejor es que ambos estemos separados. Nuestra relación no mejoró, pero tampoco empeoró.

Ryan y Delia están cerca de nosotros también, a sido muy bueno tener a mi mejor amigo conmigo.

Esta es la vida que me merezco luego de pasar por tanto en estos años.

—Te ves muy bonita, mami. —miré a Rosella a través del espejo— Pareces una reina.

Sonreí mirándome al espejo.

El vestido de novia era realmente hermoso.

—¿Cómo una reina, florecita?

—Sip. Porque papi dice que yo soy una princesa y que tú eres la reina.

Reí agachándome para estar a su altura. Tomé sus manos y las besé.

—Te amo mucho. —le dije.

—Yo te amo más, mami. —se puso de puntillas para darme un beso en la mejilla.

Vinieron por ella, ya pronto iniciaría la ceremonia y ella, Milenka y Abby harían el camino de flores.

—Recuerdo cuando planeaste tu boda a los diecisiete años. —reí al ver a Daniel entrar. Cuando todo esto pasó nos volvimos a reencontrar— Me alegra ver que tu sueños se cumplieron.

Me acerqué a él para abrazarlo.

—Gracias por venir. —murmuré.

Aunque como quiera lo haría, él y Brenda volvieron a estar juntos y ella era una de mis damas de honor junto con Delia.

—Ten. —me pasó unos documentos— Velo como un regalo de bodas de mi parte.

Lo comencé a leer. Jadee y lo miré al entender lo que decían.

Eran mis boutiques... todas...

—Las cuidé como te lo prometí, y las que cerraron las volví a abrir. —sonreí— Solo firma y volverán a ser tuyas.

—Muchas gracias... —lo volví a abrazar— En serio.

—Es tu trabajo, tus sueños, no iba a permitir que te los quitaran.

Me dio un bolígrafo, puse los papeles sobre la pequeña mesa que había en la habitación y puse mi firma. Volvía a tener mis boutiques.

Guardé los papeles cuando él se fue. Me llamaron diciendo que ya era el momento. Tomé el ramo de tulipanes blancos y rosas que había elegido.

Salí de la habitación encontrándome con Ryan esperando por mi.

Como dije, la relajación con mi padre y mi hermano no era la misma, y aunque habían venido, yo no quería que ellos me entregaran. Ryan lo va a hacer. Él a sido quien me a cuidado durante casi cinco años.