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Christopher tenía razón, Milenka habla sin parar. Pero a diferencia de mi hermano a mi me encanta y me divierte escucharla.

Stefan le había dicho que yo era diseñadora de moda, y me ha estado pidiendo ropa desde hace horas, así que le pedí a Christopher si podía mandar a alguien a comprar mis materiales.

Estaba emocionada, llevaba tres años sin hacer ningún diseño, Ian me lo había prohibido. Ahora le puedo hacer vestidos a mi sobrina y a mi hija, y quizás a Owen también, si pudiera crear ropa para niño sin estresarme.

—¡Y se iba a llevar a otra niña, tía C! —se quejaba mi sobrina haciéndome reír.

—Tu padre es un tonto, cariño.

—Es un cabezota.

Estábamos los tres en la sala, Milenka frente a mí contando diferentes historias, mientras que Owen estaba sentado en mi regazo recostado en mi pecho. No hablaba mucho, pero me contaba una que otra cosa, mayormente de su perro.

Miraba la hora desesperada, ya habían pasado mucho rato desde que llegué y no sabía nada de Ryan ni de Rosella.

Le había contado a mis sobrinos sobre ella, a Owen no le importó, Milenka al principio decía  que no quería que otra niña estuviera aquí, pero le hablé más sobro Rosella y dijo que le daría una oportunidad. Será interesante ver a ellas dos juntas.

Espero que se lleven bien, según me dijo mi sobrina nunca ha estado con más niños, no le gustan, y Owen tampoco.

—Cheryl. —Christopher entró a la sala, me hizo una seña para que saliera. Dejé a mi sobrino sobre el sofá en donde estábamos, pasé por el lado de Milenka acariciando su mejilla antes de seguir a mi hermano.

—¿Qué sucede? —murmuré.

—Ven.

Caminamos hasta fuera de la mansión, una camioneta se estacionaba frente a nosotros haciéndome sonreír. Ryan bajó de ella primero.

—¡Mami!

Rosella saltó en cuanto me vio, corrió hacia donde mí haciendo que me arrodillara en el suelo abriendo los brazos para abrazarla.

—Mi amor, ¿estás bien? —tomé su pequeño rostro.

—Papá estaba molesto, ¡me quería llevar a otro lado! —dijo entre enojada y asustada— Yo no hice nada malo, ¿por qué se enojó?

Miré a Ryan preocupada. Luego te explico, murmuró.

—Eso no importa, ahora estás conmigo, nadie te separará de mí. —me puse de pie con ella en brazos besando su rostro— Quiero que conozcas a alguien.

Me acerqué a Christopher sonriendo.

—Florecita, ¿te acuerdas que te conté que tenía un hermano? —ella asintió— Bueno, es él. —miré a mi hermano— Chris, ella es Rosella.

—¿Tú eres mi tío Christopher? —lo miró raro.

—Supongo que sí. —contestó.

Ro siguió viéndolo raro, pero luego sonrió contenta.

—¿Vamos a estar contigo? Yo no quiero volver con mi papá, él es muy malo. —se quejó.

—Rosella...

—¡Pero es malo! Y quiero que el tío Chris lo sepa.

—Ya lo sé. —le contestó él— No le sucederá nada, a ninguna de las dos.

Rosella sonrió más.

Entramos a la mansión, Ro miraba todo sin sorprenderse, durante dos años y medio vivió en una gran casa así que esto no la sorprende.

Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora