Extra [Abriendo los Ojos]

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Narrador Omnisciente

Su espalda chocó con fuerza contra la pared, luego de haber sido empujada por el que hace unos momentos pensaba que era el amor de su vida.

—Aarón... —lo miró asustada— ¿Pero que te pasa?

Nunca lo había visto tan molesto. Sí, han teñido varias peleas, muchas, demasiadas, quizás una que otra vez se le pasa la mano cuando la toma del brazo, pero jamás la había empujado de esa forma, ni mirado con tanta furia.

—Te dije que no te quería cerca de él. —se acercó a ella, colocando su mano en el cuello de la chica que ahora temblaba sin saber cómo reaccionar.

Una parte de su mente le decía que lo empujara, lo alegara de ella, se defendiera y huyera, pero la otra parte no la dejaba ni mover un dedo.

—Damián es capitán de mi tropa, y sólo hablaba conmigo sobre la misión, sólo eso. —intentó tranquilizarlo— Ya suéltame, me lastimas.

—Para hablar contigo no tiene que acercarse tanto, ni tocarte la mano.

—Aarón, ya. —le sujetó el brazo para separarlo de ella cuando hizo más fuerte el agarre en su cuello— No le volveré a hablar, pero ya suéltame.

Lo logró empujar con mucha fuerza, respiró agitada y asustada. Se dio la vuelta para salir de la oficina, pero su novio la tomó del cabello, jalándola otra vez hacia donde él, la volteó. Rosella abrió mucho los ojos unos segundos antes de cerrarlos con fuerza, cuando vio que había levantado la mano.

De eso habían pasado sólo treinta minutos, y ahora se encontraba en su oficina, intentando ocultar ese moretón que tenía en el pómulo e intentando que la esquina de su labio dejara de sangrar aunque sea un poco.

No podía dejar que la vieran así, era un soldado, se supone que debía defenderse, no quedarse como estatua antes esa situación. No fue entrenada para quedarse como estatua.

Se miraba al pequeño espejo de mano para asegurase de que ya estaba bien, pero seguía notándose un poco el color morado.

—Rosella. —se dio la vuelta rápido cuando su primo entró a su oficina.

—¿Qué necesitas? —no lo miraba, hacia como si estuviera revisando papeles.

—El informe que se tomó de la misión de observación, quiero que el terreno sea seguro para la misión, no pueden haber fallas. 

—No te preocupes, ya lo revisé y todo está perfecto.

Owen, detrás de ella, la miraba extrañado por la actitud que tenía. Se acercó a ella lentamente, tocó su hombro preocupado.

—¿Sucede algo? —preguntó, intentando que se volteara— Ro, ¿que te pasa?

—Sólo estoy cansada.

Su primo no le creyó, sabía cuando ella mentía.

Hizo que volteara, un poco a la fuerza porque ella no quería. Tomó su mentón para que no mirara a otro lado, y sus ojos notaron el golpe del pómulo, no muy bien tapado. Luego como un poco de sangre bajaba del labio de su prima.

—¿Quien fue? —se puso serio.

—Nadie, me lastimé entrando.

—Mientes.

Owen apretó los puños, sabía que alguien había lastimando a su prima, a la chica que era como una segunda hermana para él.

Y supo, por la mirada de ella, de quién se había atrevido a eso.

Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora