Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|

16

Me encontraba en mi estudio con mis lentes puestos, mi cabello recogido en una cola alta, cosiéndole una tela de encaje a una falda nueva. Mi teléfono se encontraba en alta voz sobre mi escritorio.

—Dime que irás a la fiesta, C.

Rachel llevaba media hora intentando convencerme de que vaya a una fiesta de disfraces que se hará.

—No lo sé, tengo mucho trabajo que hacer...

—¡Mentirosa! Me dijiste que ya habías acabado por hoy, que estabas en el último diseño. —cerré los ojos con fuerza. Sí le dije eso...

Vamos, hay que entretenernos un rato.

—Rachel, es una fiesta de la central, ¿yo que tengo que ver ahi? —intentaba poner excusas para no ir— Ve y mándame fotos de tu disfraz. —sonreí— ¿Lograste convencer a mi hermano?

Mi cuñada quería ir disfrazados de parejas, pero Christopher se había negado rotundamente a eso.

—Lo hice. —dijo orgullosa— Tuve que amenazarlo con unas cuantas cosas, pero lo importante es que aceptó.

Reí. Ya me imagino con que cosas lo amenazó.

—¿Y qué pasó con lo de su auto?

—Ni lo menciones... —gruñó— El idiota sigue sin querer dármelo.

—Bueno, ya se te ocurrirá algo para que te lo de.

—Algo haré, pero ese bebé será mío. —escuché como abría una puerta u luego la cerraba, y luego el sonido de la cama— Pero en serio, quiero que vayas a la fiesta.

Rodé los ojos. Otra vez el tema de la fiesta.

—¿Por qué tanta insistencia en que vaya? —Tomé unas tijeras para cortar un pedazo de tela— Rachel... si esta es otra de tus apuestas con Patrick juro que...

—¡No es ninguna apuesta! —algo me dice que no le crea— Y en serio no tiene nada que ver con lo que tu mente está pensando ahora, sólo quiero que vayas y pasemos un buen rato juntas, cuñada.

Suspiré y respiré ondo.

—¿Cheryl? —Rachel habló. Tomé el teléfono y me levanté de la silla para irme del estudio.

—De acuerdo, estaré ahí. —la escuché chillar— Pero, con una sola condición.

—Dime. —es que me la podía imaginar sonriendo.

—No. Intentes. Hacer. Algo. —dije muy claro— Y sabes de lo que hablo, así que, nada Rachel.

—Lo que digas, sólo ve, ¿sí? —no le creo...

La acusaré con Christopher si se atreve a hacer algo...

—Iré, no te preocupes. —llegué a la cocina y vi que tenía en la alacena— Nos vemos en la noche.

Me despedí de ella y colgué la llamada.

¿Ahora que me iba a poner?

Bueno... creo que es un muy buen día para ir de compras.

El problema era, ¿de qué me disfrazaría?

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—Toma esto. —le lancé mi bolsa a Ryan.

Íbamos entrando a la tercera tienda y sinceramente nada me estaba gustando hasta el momento.

—¿Hasta cuándo vamos a seguir de aquí a allá? —bufó— Llevamos dos horas aquí.

—No seas exagerado.