24

2.5K 246 41
                                    

Llevo meses diciendo que sería mejor regresar a Francia y esperar a que sean las elecciones para volver a Londres y estar con Chris cuando gane el puesto de ministro.

Eso decía, hasta que hoy al medio día llegué a Lyon, una ciudad al este de Francia, donde he vivido los últimos dos años.

Y bueno... sé la razón de ese cambio. Ahora sólo quiero hacer todo el trabajo e ir a las reuniones lo más rápido posible para poder irme a Londres.

Reí. Desde que escapé de mi relación con Ian llevo diciendo que no volvería a estar con un hombre, no quería saber nada de ellos... Dos años huyendo de los hombres para terminar siendo novia de un capitán alemán, que también es pintor y que me trae loca.

Hacía mucho que no me sentía tan bien y en paz cómo esta mañana cuando al despertarme estaba entre los brazos de Dominick, recordándome que se había quedado a dormir conmigo.

Sonreí mientras me acomodaba el vestido que traía. A penas llegué y ya tengo que ir a una reunión.

El celular comenzó a sonar y lo tomé mientras buscaba mi bolso y algunos documentos. Era Christopher.

Hola, hermanito. saludé en francés.

¿Estás bien?

—Estoy igual que hace quince minutos que me lo preguntaste por mensaje, igual que hace una hora, igual que hace tres... —contesté sonriendo.

No ha parado de preguntarme si me encontraba bien desde que le conté todo hace días. También a llamado a Ryan para asegurarse que no le miento, y supongo que para amenazarlo porque el pobre a estado pendiente hasta de lo que como.

Lo oí suspirar. Lo conozco bien para saber que se está pasando las manos por la cara.

¿Cuando regresas?

—Quizás en tres o cuatro días, ya te lo había dicho. —salí de mi casa dejando comida y agua para Enzo, no me podía acompañar a esta reunión— Y sí, Christopher, te escribiré que sigo viva todas las noches.

Muy graciosa. —rió— Voy a hacer un viaje de pocos días, cuando llegue a Londres espero que estés allá.

—¿Y a donde vas, hermanito querido? —subí a la camioneta y Ryan arrancó hacia el estudio.

—Veré a alguien. bien, va a ver a Rachel— Te hablo luego.

—De acuerdo, estaré bien, lo prometo. —miré a Ryan— Sino, es culpa de Ryan por no cuidarme como debe.

Ryan abrió mucho los ojos y me miró por el retrovisor indignado.

—Yo soy el único que iría con usted a un centro comercial y estaría cinco horas de aquí para allá solo para buscar unas botas, pero claro, hay que sacrificar al burro. —solté una carcajada al escucharlo hablar solo.

Es un idiota que comencé a querer mucho.

—Estaré bien, y te llamo luego porque tengo que asistir a una reunión. —me despedí de Christopher cuando vi que estábamos llegando, no era muy lejos de mi casa— Te amo, Chrisi.

Yo a ti, C.

Me despedí de él una vez más y terminé la llamada.

—Oye, no te enojes. —reí al ver que Ryan tenía cara de total indignación— Quita esa cara, iremos a comer a un lugar hermoso hoy. —me miró.

—¿Usted pagará? —rodé los ojos y asentí— Perdonada.

Llegamos al edificio en donde estaba mi estudio, bajé de la camioneta y con Ryan detrás de mí entré al lugar. Mi secretaria se encontraba ya ahí trabajando.

Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz