13

1.7K 204 14
                                    

Sabía que algo malo sucedería con todo esto.

Yo lo sabía.

Siempre le pedí a Christopher que tuviera cuidado con lo que hacía, y ahora lo vuelven a secuestrar.

Dominick se fue hacia donde se encontraba la Bratva, no me dio detalles de lo que sucedió. Sólo espero que mi hermano salga bien de esta...

Decidí entretener a los niños mientras tanto, no quería que se preocuparan por esto.

Mientras Cayetana hacia la cena de esta noche, yo me encontraba con los niños en la sala viendo películas, todos con sus pijamas puestas ya. Habíamos jugado todo el día, cuando los cuatro se cansaron los mandé a bañar y a cambiar.

De repente escuché un ruido afuera. Pisadas. Llevaba pendiente de todo lo que ocurría en el día y el más mínimo sonido me ponía nerviosa. O quizás era mi paranoia. Pero no, esto lo había escuchado bien.

Tomé el control del televisor y bajé el volumen.  Les hice una seña a los chicos para que no hablaran cuando estuvieron a punto de quejarse. Dejé la televisión prendida pero los hice levantarse.

—No hagan ruido. —les ordené, miré a Abby— Llévalos a mi habitación y quédense dentro del armario sin hacer ruido. Ahora.

Ella asintió, tomando la mano de los tres y caminado rápido hacia las escaleras.

Me tensé al ver una sombra por la ventana. Decidí ir por Cayetana y subir. ¿Y si eran los que se habían llevado a Chris? Debía poner a salvo a los niños.

Ambas subimos, le pedí que fuera con los niños mientras iba a la oficina de mi hermano, esperando que haya algo ahí, como un arma por ejemplo.

Revisé dentro de los cajones de su escritorio, había una ahí.

De acuerdo, ¿ahora que hago?

Yo todavía no estoy preparada para esto. No quiero matar a nadie... Pero tampoco dejaría que lastimaran a mis sobrinos y a mi hija.

Me aseguré de que estuviera cargada. La puerta de entrada se escuchó abrir con un golpe, igual la puerta trasera. Salí del estudio con cuidado de no hacer ruido, escuchaba voces abajo. Me apresuré a llegar cerca de mi habitación, me pegué a la pared del pasillo cuando estuvieron en la escalera.

No quiero seguir pasando por esto, siento que en cualquier momento terminaré alejándome de todo junto con Rosella.

No sé, a una cueva quizás.

Con las manos temblorosas sujeté muy fuerte el arma, di la vuelta apuntándole a quien se había acercado a la puerta lista para disparar.

Pero no lo hice.

Respiré profundo al ver quien se encontraba aquí.

—Rachel... —bajé el arma.

—Cheryl. —se acercó a darme un corto abrazo— ¿Estás bien? ¿Los niños están bien?

—Lo estamos. Pensé que había entrado otra persona. —pasé mis manos por mi rostro, todavía un poco asustada— Christopher...

—Lo sé, no te preocupes. Me estoy encargando de esto.

Asentí. Por lo menos no estará mucho tiempo en donde sea que lo tienen.

Toqué la puerta para que Cayetana me abriera. En cuanto lo hizo los mellizos salieron corriendo al ver a su madre.

—¡Mamá!

Rachel se agachó sonriente para abrazarlos y besarlos.

—Tenemos que irnos, C. No es seguro por ahora que estén aquí.

Cheryl Morgan |Fanfic Pecados Placenteros|Where stories live. Discover now