I

30.3K 664 236
                                    

– Leah, sé que esto no te convence, pero de verdad que me hace mucha ilusión que vengas conmigo.

– Ni de coña, ¿sabes cómo afectaría a mi orgullo y dignidad ir a ver un partido del eterno enemigo?– la miré mientras le echaba un ojo a uno de sus vestidos.

– Leah, no seas dramática, como Sira que yo me llamo, vas a venir, si no te gusta, no vuelves a venir jamás.

– De entrada, no va a gustarme.

– Inténtalo, no seas mala, por favor.

– Está bien, pero como no me sienta cómoda, me piro.

– ¡AY DIOS, GRACIAS GRACIAS! Te quiero –me estruja en un abrazo y me besuquea toda la cabeza.

– Vaaale vaaale, traanquila –reí apartándola, no es que fuera precisamente cariñosa.

La entrada al Camp Nou estaba a reventar de gente haciendo cola para poder entregar su entrada y entrar como una bala al estadio.
Mi amiga no paraba de chillar y de hacer fotos de una cosa u otra.

De repente, escuché un chillido demasiado agudo como para reconocerlo.

– MI AMOR –se lanza a los brazos de su... bueno, no sabía muy bien cómo clasificar su relación, digamos... novio.

El chico era castaño, alto, tenía cara de niño y cuerpo de hombre, tenía una sonrisa muy bonita, la verdad sea dicha y llevaba la equipación del FC Barcelona.

– Leah, este es Ferrán, mi novio, cariño, te presento a mi mejor amiga, Leah.

– Encantado – me dio una sonrisa y se acercó para darme dos besos.

– Lo mismo digo, ya era hora de conocerte, lleváis 3 meses saliendo y ya pensaba que era una mentirijilla de mi amiga

– ¡Ey! –me pega flojo en el brazo– No te he mentido, pero quería que pasara algo de tiempo para poder presentártelo.

– Lo sé. Me alegra veros tan felices- los miré fijamente.

– Bueno, vamos a entrar ya, que se nos hace tarde y a este paso empieza el partido y no hemos visto nada– se adelantó mi amiga hacia la puerta.

No sé, pero esto de ser VIP tenía sus beneficios... Gracias a Ferrán no tuvimos que hacer cola, ya que entramos acompañándolo por la puerta de detrás ahorrándonos así, media hora de cola.

Nos sentamos en el palco y miré a Sira fijamente. No paraba de sonreír buscando con la mirada a su chico, se le veía tan feliz y tan enamorada que sentía que estaba interrumpiendo en un momento íntimo.
Me alegraba tanto por ella que sentía que la que estaba saliendo con alguien era yo.

Sira y yo nos conocíamos desde tiempos inmemorables, habíamos coincidido en la guardería, la primaria, la secundaria y hasta en la misma Universidad, así que, básicamente nos conocíamos más que a nosotras mismas.

El partido comenzó, la cosa estaba muy reñida por parte de ambos equipos, mi amiga no paraba de gritar y dar ánimos a su equipo y yo lo único que podía hacer era quejarme porque estaba demasiado aburrida.

El FC Barcelona marcó y todas las gradas llenas de camisetas azulgranas se levantaron gritando al unísono haciendo que tuviera que taparme los oídos.

– ¡GOL LEAH, GOOOOOL!– me zarandeó mi amiga de un lado a otro.

– Sii, gool que guay– rodé los ojos y levanté las manos con ironía.

El pitido final sonó y las gradas se fueron vaciando. Mi amiga me arrastró hasta los vestuarios y por mero respeto, me quedé esperando en la puerta a que saliera mi amiga y su chico.

𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo GaviWhere stories live. Discover now