XIX

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La verdad es que llevo encerrada desde hace 6 días, y aunque al principio no me molestaba ni me incordiaba después empecé a aburrirme más que una ostra.

Gavi estaba a tope con los entrenamientos esta semana, tanto así que lo había visto 1 vez en 6 días y estaba de mal humor por eso.

La fiebre se fue a los dos días de llegar y después de eso no nos habíamos vuelto a ver. Echaba de menos darle besos y a veces me daban los arrepíos y se lo decía por mensaje como 80 veces.

Yo no era una persona cariñosa la verdad. Pero con él era todo tan bonito y tan fácil que todo lo cursi me salía solo.

Mañana iba a ir a verle al partido sí o sí.

Estaba estudiando uno de los temarios de inglés cuando me entró el aburrimiento y decidí buscar algunas ideas para hacerme algo en el pelo. Al final, me entró tanto pánico que tuve que dejarlo.

Comí algo rápido y después empecé a comprar como una maniática de manera online.

Estaban comprando 800 cosas que a este paso iban a acabar en el fondo de mi armario.

Entonces me metí en una tienda online de joyería y me compré unos colgantes plateados preciosos, uno era para mí y el otro para Gavi.

No solía verle usando muchas joyas, pero me hacía ilusión que lo llevara puesto.

Llegaba muy muy tarde.

El partido iba a empezar y esta vez Sira no venía conmigo porque estaba en casa viéndolo con Ferrán.

Cuando llegué el pitido del comienzo ya había sonado y entré como una fiera al estadio y me senté en las gradas.

Las mujeres de los demás jugadores me resumieron los 5 primeros minutos de partido que me había perdido y después todas nos sumimos en un silencio sepulcral.

Fue entonces cuando vi a Gavi meter la cabeza para despejar un balón y una de las botas del jugador del otro equipo chocar contra su cabeza.

Gavi cayó al suelo y se quedó muy quieto. Y ahí me asusté y estuve a punto de saltarme las gradas, pero entonces le vi palparse la cabeza y levantarse con cuidado para después escupir sobre el campo y ya pude respirar tranquila.

La primera parte del partido había sido bastante monótona, y ya podía imaginarme a Xavi echándoles la bronca hasta el fondo.

La segunda parte fue mucho mejor, consiguieron anotar dos tantos y cuando acabó el partido bajé a los vestuarios para esperar a mi chico y a Pedri.

Estos salieron bastante pronto y se acercaron hasta a mí.

Gavi me levantó y me dio un beso rápido.

- Pensé que no vendrías, como no te he visto en el calentamiento.

- Sí bueno... Había bastante tráfico.- le sonreí y le peiné el pelo hacia arriba.

Cuando nos montamos en el coche vi como Pedri tomaba una dirección distinta a la de mi casa.

- ¿Me estáis secuestrando? ¿A dónde me vais a llevar?

- Culpa a tu novio, no a mí.- dijo Pedri mirando por el retrovisor.

Llegamos hasta una casa que no era ni muy grande ni muy pequeña, era bastante normal y la verdad me daba la sensación de que era muy acogedora.

Gavi me dijo que bajásemos, nos acercamos a la puerta y tocó al timbre.

- Estas preciosa, Leah.- me dijo sonriendo.

- Tú siempre estás precioso.- le dije y miré la puerta.

La puerta se abrió y entonces supe que aquel cumplido que me había hecho era un chantaje emocional.

"Gavi te voy a..."

Su madre nos esperaba en la puerta, se acercó a mí y me abrazó muy fuerte, después saludó a su hijo y nos dijo que entrásemos.

La casa por dentro era aún más bonita que por fuera, habían puesto comida que tenía una pinta tremenda y después de saludar a su padre, a Aurora y a su novio, nos sentamos todos alrededor de la mesa.

Cenamos con mucha tranquilidad y cuando terminamos, ayudé a la señora Aurora a recoger todo y lavar los platos.

- Mi hijo dice que el otro día le obligaste a lavar los platos en tu casa.

Por un momento pensé que iba a soltarme algún comentario y me entró el pánico.

- Me alegra saber que al menos contigo lo hace, porque conmigo se negaba desde siempre.

- Solo me ayudó porque estaba con fiebre.

- Eso es un gran paso para él Leah.

Cuando llegamos a la sala de estar, Aurora apareció corriendo y con un álbum en la mano.

- Leah preciosa mía, ¿quieres ver a mi hermano de pequeño?

- Aurora, no.- contestó el nombrado y me miró.

Entonces agarré aquel álbum y lo abrí.

Después de aquello, madre e hija estuvieron enseñándome fotos de Gavi disfrazado, Gavi lavándose los dientes por primera vez, comiendo chocolate, en el parque, en el colegio barriendo, en los partidos.

Si ahora era guapo, de pequeño era más bonito aún.

Gavi solo podía bufar y gruñir con las anécdotas que ellas me contaban de cada foto.

Su padre miraba el panorama riéndose y a veces añadía detalles a la historia.

Yo empezaba a estar cómoda cuando me enteré de que nos íbamos.

Su madre nos propuso que nos quedásemos a dormir, pero Gavi le contestó con un "ya otro día mamá"

Después de aquello nos fuimos a mi casa y se tumbó en mi cama.

- Gracias por robarme la cama eh.-le dije y me tiré a su lado y riéndome.

Después de eso, nos pusimos a ver una serie acurrucados.

A veces cuando nos aburriamos de la serie nos poníamos a jugar al parchís, pero no durábamos mucho, porque Gavi se picaba a los 5 minutos de matarle una ficha, se cruzaba de brazos y me miraba frunciendo el ceño.

Como aquella noche, habíamos estado jugando y se había enfadado metiéndose en el cuarto del baño.

Yo me fui riendo a buscarlo.

- Gavi... Venga sal, no tengo la culpa de ser mejor que tú jugando al parchís.

Escuché su voz desde dentro.

- Como vuelvas a decir eso, me quedo aquí toda la noche.

Abrió saliendo después y me lancé a sus brazos para darle un beso, el cual correspondió en el mismo momento.

No podía estar mucho tiempo enfadado conmigo. Aunque siendo sincera, yo tampoco.

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Gavi no puede perder nunca JAJAAJAJAJAJAJAJA

Aquí tenéis el primer maratón, un poco tarde, pero bueeeno.

Besis pa' todos <3

𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora