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Me estaba dando un ataquito.

Y ver a Gavi conduciendo hasta el estadio me daba más ataquito aún.

Aunque no podía decir que tuviera miedo.

Su belleza opacaba siempre todo lo malo.

Aparcó y bajó andando conmigo al lado.

- Gavi, quiero que estés tranquilo hoy, por favor. Me pone histérica que te echen tarjetas amarillas por abrir esa boca, así que, no lo hagas.

- No prometo nada.

Ya sabía lo que iba a responderme.

Y no era algo que me extrañase, tenía 18 años y mucha energía.

Aunque lo notaba más calmado, seguía siendo igual de impulsivo e imparable a la hora de jugar.

Me enorgullecía saber que le ponía corazón a lo que le gustaba, pero no me apetecía ver a mi novio decapitado.

Lo dejé irse por el pasillo de los jugadores, no sin que me diera un beso antes, y yo me fui por el de los pasantes VIP.

Ya no tenía ni que mostrar la tarjeta, los seguratas me dejaban pasar siempre.

Entré y Sira me envolvió en un gran abrazo.

- ¿Qué tal?

Suspiré y me senté a su lado.

- Va a ser un partido complicado para los chicos. Tienen muchas bajas.

Sentí que alguien se sentaba en el asiento de al lado.

Me giré encontrándome con Pedri y De Jong al lado.

Estuvimos hablando de como se encontraban ambos y después empezaron a burlarse de Gavi conduciendo.

El partido empezó, y el Madrid hizo su primer tanto.

Yo solo aplaudí, a lo que Sira me miró de reojo y yo reí.

Entonces vi como Vini empujaba a Gavi, y este le empujaba,para después encararse los dos, aún sin haber terminado, intentó abalanzarse sobre él, pero algunos lo agarraron de los brazos.

Yo solo podía verle gritar y mirar al otro jugador muy enfadado.

Llegó el descanso y vi como Vini se acercaba a él, le decía algo y se iba.

"Ese tío es gilipollas o que"

Y empecé a despotricar sobre lo mal que me caía.

Vi que Gavi salía del túnel y se acercaba a las gradas, buscándome.

Se escuchaban a los aficionados gritarle para que les diera su camiseta.

Yo bajé hasta donde se encontraba él y le agarré las manos.

- Voy a matar a ese pavo algún día.

- No no, no se mata a nadie.- le besé las manos.- Haz lo que mejor se te da, jugar. Sabes que ellos saben que juegas bien, hazlos rabiar con eso.

Asintió, pasó una de sus manos por mi nuca y acercó sus labios a los míos en un beso suave.

Los gritos aumentaron tras aquello.

Cuando se alejó de mí para mirarme, yo me puse roja como un tomate.

- Te quiero.- dijo mirándome.

- Y yo a ti. Venga, tú puedes. Para mí ya habéis ganado.- le di un beso en la cabeza y volví a mi asiento.

- Lo siento, pero solo digo que sois monísimos.- dijo Sira a mi lado.

𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo GaviWhere stories live. Discover now