II

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No era fan de los despertadores ni las alarmas... Bueno, más bien, no era fan de levantarme temprano por lo que mi mal humor era notable.

Me levanté quejándome de que la vida era muy dura.

Después de ducharme bajé a llevar algo a mi pobre estómago, porque anoche no cené y creo que estaba haciéndome una venganza.

Mientras desayunaba, me escribió Sira diciéndome que vendría a mi casa a prepararse conmigo.

Solía pasar más tiempo en mi casa que en la suya, pero como la quería tanto estaba encantada.

Si antes lo digo...

Sira llegó 5 minutos después y nada más llegar empezó a despotricar sobre la pena que daba mi armario y que teníamos que ir de compras... bla bla bla

Gracias a su ayuda, acabé poniéndome un pantalón cargo de color negro y un top de color crema que me encantaba.

Cuando llegamos a casa de Ferrán escuchamos música a todo volumen, así que tuvimos que tocar al timbre varias veces hasta que nos escuchara alguien.

– ¿Estás nerviosa? –mi amiga me miró y volvió a dirigir la mirada hacia la puerta.

– Un poco, no conozco a nadie y me voy a sentir rara.

– Te aseguro que vas a sentirte como en casa, son muy buenas personas, Leah– volvió a tocar al timbre y empezó a despotricar.

Por fin, alguien parece que escuchó nuestras plegarias y abrió la puerta. No supe decir quien era, pero tenía la piel morena, el pelo rizado y era alto.

– Balde ¿qué tal?– mi amiga le dio un abrazo y este le correspondió.

El chico me abrazó también y entramos en la casa seguidos de él. Yo no decía nada, estaba muy ocupada observando la casa.

Era impresionante, las paredes estaban pintadas de un blanco tan limpio que parecía que acababan de pintarlas, los muebles eran de colores claros que combinaban con la pared, el suelo era de madera y había cuadros colgados por algunas partes de la casa.

– ... ¿verdad que sí, Leah?

– ¿Eh?

Lo admito, me había perdido en la conversación de Balde y Sira.

Mi amiga me miró riendo y negando con la cabeza a la vez.

– Ven, voy a presentarte al resto.

Fui con Sira hasta el jardín, allí se encontraban muchos chicos, entre ellos Ferrán.

– Leah, estos son Frenkie, Ansu, Eric, Pablo Torre, a Pedri ya lo conoces, a Balde también y a Gavi también– los miró y les dio una sonrisa– Chicos, esta es Leah, mi mejor amiga.

Todos me saludaron y yo hice lo mismo.

La verdad es que me sentí muy cómoda, los chicos bromeaban mucho y me hacían jugar con ellos a todo lo que se les ocurría.

Había decidido entrar en la casa para beber algo de agua y buscar a Sira, ya que llevaba un buen rato sin verla.

Entré en la cocina, busqué los vasos, agarré uno y lo llené de agua bebiéndomelo de golpe.

– ¿Sabes qué es malo beberse el agua de golpe después de hacer ejercicio?

Me pegué tal susto que se me cayó el agua al suelo.

– Dios– me giré encontrándome a Gavi en el marco de la puerta, mirándome fijamente.

– Lo siento, te ayudo– se incorporó para agarrar algo de papel.

– Tranquilo, no hace falta, ya lo limpio yo. He sido quien la ha tirado.

– Por mi culpa cabe decir.

– Ya, bueno– reí suave, agarré papel poniéndolo en el suelo y se empapó al instante.

Iba a levantarme para agarrar más papel pero unas manos entraron en mi campo de visión y me quedé mirándolas fijamente.

– Habrá que secarlo ahora– cogió más papel y lo pasó por el suelo secándolo– Listo, dos hacen más que uno ¿no?– me miró fijamente.

"Señor bendito, deja de mirarlo tan fijamente, Leah"

Creo que debió darse cuenta de que no estaba pendiente de lo que me decía porque pasó una de sus manos por delante de mi cara y con eso, salí del trance.

– ¿Sueles perderte por el espacio muy frecuentemente?– me miró sonriendo.

– Eh... no... ¿qué?

"Joder, que vergüenza"

Me miró riendo suavemente y me extendió una mano, la agarré y nos incorporamos.

Creo que no había pasado por un momento así en la vida, pero juro que no podía dejar de mirarle.

Llevaba una sudadera de color beige, unos pantalones blancos y sus ojos... se veían lo más precioso que había visto jamás.

– ¿Te gusta ir al cine?– abrió el mueble de los vasos, agarró uno y después abrió la nevera agarrando una caja de zumo de melocotón. Se echó en el vaso y volvió a guardarla.

– Sí, bueno, más o menos, depende de la película que haya.

– ¿Eres de las que llora con las pelis románticas?

– Puede, nunca lo sabrás.

Se echó a reír y bebió del vaso mirándome fijamente haciendo que me sonrojara y tuviera que clavar mi mirada en el suelo.

– Juraría que eres de esas que lloran con las películas románticas y creen en el amor a primera vista.

– ¿Cómo estás tan seguro de eso? –levanté la mirada para cruzarla con la suya.

– Porque yo también lo hago

"¿Qué?"

– ¡Leah! ¿A qué no sabes lo que acaba de pasarm-

Sira entró a toda velocidad en la cocina, encontrándonos a Gavi y a mí.

Este último agarró el vaso, me dio una última mirada y se marchó de allí.

– ¿¡Qué se supone que acaba de pasar?!– mi amiga se acercó rápidamente hacia donde yo estaba y me agarró del brazo.

Le conté todo lo que había pasado en ese tramo de tiempo y empezó a chillar como una loca.

– Le has gustado Leah– dio saltitos riendo.

– Ha sido un encuentro raro, al principio no me hablaba, y ahora va y me suelta todo esto.

– Sí, es un lío a veces, pero es buen chico.

– No pienso comerme la cabeza por esto, ni de coña.

– Haces bien. Venga, vamos al jardín, he oído que Ansu va a tirarle penaltis a Eric.

Aquel día había sido de lo más raro, Gavi y yo cruzábamos miradas pero no decíamos nada ninguno.

Los chicos habían sido muy simpáticos, me habían pedido que fuera a otro de sus partidos y que nos pusiéramos cerca de los banquillos para así tenernos cerca.

Me senté en el sofá haciendo zapping por mi cuenta de Netflix y pensando en que me hacía ilusión ver.

Mi móvil sonó y antes de poner la película que había escogido, lo revisé.

Casi me da un ataque al corazón al leer la notificación.

@pablogavi ha solicitado seguirte.

Solté el móvil de golpe y miré la pantalla de mi televisor y el título de la película: "A todos los chicos de los que me enamoré"

Me entró la risa tonta y acabé poniendo la película.

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Pablito la tiene fichada ya jeje.

Espero que os guste la historia. Nos vemos en el siguiente capitulo guapis <3

𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora