𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo Gavi

XXVI

Habían pasado unos días y la verdad es que no ha pasado nada más aparte de mis sesiones de estudio y los entrenamientos de Gavi.

Estaba en una de mis maravillosas sesiones cuando una de mis amigas de la Universidad me llamó.

- Leah preciosa, vamos a quedar algunos de clase para salir de fiesta ¿te vienes?

- Pues depende de la hora?

- Hemos quedado a las 10, voy a buscarte si quieres.

- Vale, nos vemos.

Recogí los apuntes y me fui corriendo a la ducha.

Me había puesto un vestido negro corto y después de comer algo rápido le puse una nota a Gavi en la nevera de que no me esperase despierto.

Acabé de escribir la nota cuando escuché un pitido de un coche, así que salí de casa y me monté en el coche de Laura.

Cuando llegamos a la discoteca estaba a tope.

Cuando entramos tuve que taparme los oídos hasta que me acostumbré al volumen de la música.

Laura me agarró de la mano y me guío hasta donde estaban los demás.

Llevábamos unas dos horas en la discoteca y la verdad es que ya había perdido la cuenta de cuanto había bebido.

Josep y yo bailábamos y a veces me pedía consejo para acercarse a los chicos que había allí.

La canción de Gasolina empezó a sonar en aquel sitio y yo empecé a bailar y moverme como una loca.

Laura me grababa mientras reía, supongo que lo subió a sus historias después.

Estaba fuera con Josep y este se encendió un cigarro.

No tenía nada más que hacer, así que le pedí uno y me lo fumé.

Cuando entré iba tambaleándome, le dije a Laura que iba al baño y esta se ofreció a acompañarme, pero negué, no me apetecía que me viera mal.

Cuando llegué al baño, me costó desbloquear el móvil.

Lo conseguí y acabé tecleando el número de Gavi.

Pensé que no respondería, hasta que escuché algo de silencio en la otra línea.

- ¿Nena?

- Cariñooooo.- dije y empecé a reírme.

- Ay madre de Dios como vas. ¿Dónde estás?

- Estoy en una discoteca, moviendo mi culo para todos los tíos.

- Leah, hablo en serio.

- Tranquilo, nadie ha tocado este culo, es tuyo.

- Nena, dime donde estás y Pedri y yo vamos a buscarte.

- ¿Vas a despertar a Pepi ahora?

- Está en casa conmigo, jugando a la play.

A mí me entró la risa y cuando fui a moverme casi me resbalo, lo que me hizo reír el doble.

- Mato que me.- reí.- Digo, que me mato.

- Joder Leah, dime donde coño estás.

- No sé el nombre de este sitio.

- ¿Dónde estás ahora?- dijo y escuché un ruido de una puerta cerrarse después.

- En el baño, necesito orinar urgentemente cariño

- Leah, ¿estás sola?

- En el baño sí, fuera están mis amigos. ¿Sabes que he tenido que negarles mi Instagram a 5 tíos? Tenían frases muy cutres para ligar.

Lo escuché reír de fondo y a mi me salió la risa tonta y sonreí.

- Esa es mi niña. Cariño, pásame tu ubicación por mensaje y vamos para allá a por ti.

- Vale.- colgué y le pasé la ubicación.

Llevaba en el baño como 10 minutos, sabía que no tardarían en llegar, así que intenté mirarme en el espejo, pero iba tan mareada que no veía nada coherente.

Escuché la puerta del baño abrirse y escuché la voz de un chico.

- Vaya, que regalito me ha tocado.- río y se acercó.

- Déjame, estoy esperando a mi novio y no le va a hacer gracia que intentes tocarme.- dije intentando empujarle.

- Ya, pero tu novio no está aquí ahora.- dijo intentando meter la mano por debajo de mi vestido.

- ¡QUE NO! ¡SUÉLTAME!

El chico metió la mano por debajo y yo cerré los ojos, cuando escuché otra voz masculina, que reconocí al instante.

- Como no quites esas putas manos de encima de ella, vas a arrepentirte de que tu madre te pariera hijo de puta.- se acercó y empujó al tio, estampándolo contra la pared más cercana y metiéndole un puñetazo.

Yo abrí los ojos encontrándome con la cara de Gavi justo delante de mí.

Me agarró de la cintura para que nos pirásemos cuando empecé a vomitar.

Gavi agarró mi pelo y me acarició la espalda de arriba a abajo, animándome a que vomitara todo lo que necesitase.

Y eso hice.

Gavi me limpió la boca con algo de papel y agua y me cogió en brazos y salimos de aquel sitio.

Me sentó en los asientos de detrás del coche de Pedri y se sentó a mi lado.

- Ya podemos irnos bro.- dijo Gavi abrochando mi cinturón.

- Como me vomite el coche... Juro que os dejo de hablar a ambos.

Cuando llegamos a casa Gavi me llevó directa al baño, me desnudó y me metió en la ducha.

Cogió la esponja y la pasó por todo mi cuerpo suavemente.

Me sacó de la ducha, enrollándome en una toalla, me ayudó a lavarme los dientes y me cogió para llevarme a la habitación.

Me puso algo de ropa interior y una de sus camisetas y me tumbó en la cama.

- Gavi...

- Dime preciosa mía.

- Lo siento.- dije y me entró el hipo.

- ¿Por qué lo sientes?- dijo acariciando mis brazos.

- Por haber salido sin avisarte y por haberte hecho venir a buscarme.

- Cariño, sal todo lo que quieras con tus amigas, pero ten cuidado con lo que bebes... Imagínate que no hubiera aparecido justo en el momento en el que ese tío estaba intentando tocarte... Lo mato. Te lo juro.

Yo sonreí. Hacía tanto tiempo que no me sentía tan cuidada que ya se me había olvidado lo bonito que era.

Él siempre cuidaba de mí, de nosotros. Siempre estaba preocupado por mí.

No había un solo día que no me preguntase por los problemas que tenía. Nunca.

Porque de eso se trataba nuestra relación, de progresar, tanto individualmente, como en pareja.

Y cuando le miré en ese momento a esos ojos marrones que tan bien me leían, entre la post-borrachera y lo enamorada que estaba, lo solté todo, de golpe.

- Te amo.- dije mirándole.- No me dejes nunca, por favor.

- Yo a ti también princesa.- dijo abrazándome.

Y después besó mi cabeza y acarició mi espalda, ayudándome a que me durmiese al instante.

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Gavi, yo también te quiero. Casémonos 🥺

A este paso acabaré llorando de lo bonitos que son.

Nos vemos en el siguienteee <3