XXXVII

12.7K 336 10
                                    

Salí del aula pasando una de mis manos por la cara.

Había terminado el examen, y eso solo significaba una cosa: libertad.

Cuando salí estaba mi mejor amiga esperándome en la puerta con su coche.

Miré hacia ella y le sonreí mientras me acercaba.

Cuando estuve cerca, me abrazó y me miró a los ojos mientras me agarraba de los hombros.

- ¿Qué tal? ¿Ha salido bien?

- Eso espero Sira. Porque como me haya salido mal, va a bajar mucho mi media académica.- solté un suspiro.

Ella me miró comprensiva y me volvió a dar otro abrazo.

- No te frustres anda, venga, móntate que nos vamos.- dijo yendo hasta el asiento del conductor.

- ¿A dónde vamos exactamente?- pregunté una vez estuvimos dentro.

- Voy a secuestrarte de tu novio un rato para que pasemos una tarde de chicas. Vamos a ir de compras y a tomar algo de café.

La miré sonriendo. Estaba agradecida de tenerla en mi vida, ahora y siempre.

Arrancó y estuvimos todo el camino cantando y escuchando música.

Cuando aparcó me agarró de los hombros y andó conmigo hasta una pequeña cafetería que había al lado.

Siendo sincera, la cafetería me parecía preciosa.
Era pequeña, pero tenía ese toque rústico y natural que a mi amiga le encantaba.

Nos sentamos y ella pidió un capuccino y yo un Iced Latte.

Sira puso cara de asco cuando terminé de pedir.

- ¿Sigues bebiendo café frío?

- Hay cosas que nunca cambian Sira.- reí.

Cuando nos trajeron la orden nos pusimos cómodas y estuvimos allí bebiéndonos nuestro café.

- Por cierto, el sábado tengo competición, me encantaría que vinieses a verme.- dijo mi amiga dejando su vaso en la mesita.

- Entonces allí estaré.- dije sonriendo.

No iba mucho a verla a las competiciones, y me sentía mal por ello.

Así que siempre que me lo ofrecía aceptaba sin dudarlo.

Ella me necesitaba como apoyo y yo la necesitaba como apoyo a ella.

Supe que le hacía ilusión porque sus ojos se iluminaron.

Debía ir más a menudo.

Tras bebernos el café y empezar una disputa sobre quien pagaba, al final acabé pagando yo ganándome una mala mirada de su parte.

Después volvimos a montarnos en su coche y mientras íbamos al centro comercial mi móvil se iluminó con una llamada.

- ¿Quién es?- dijo Sira con los ojos en la carretera.

- Gavi.- dije sonriendo.

- Cógelo y ponlo en altavoz.

Hice caso a mi amiga y decidí coger la llamada.

Entonces escuché su voz a través de la línea.

- Nena ¿dónde estás? ¿Ha pasado algo?

- Cariño, me han secuestrado.

- ¿Cómo?

- Gavi, está conmigo, he decidido robártela para pasar un día de chicas sin babosos de por medio.- dijo Sira conduciendo.

𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo GaviWhere stories live. Discover now