Salí del aula pasando una de mis manos por la cara.
Había terminado el examen, y eso solo significaba una cosa: libertad.
Cuando salí estaba mi mejor amiga esperándome en la puerta con su coche.
Miré hacia ella y le sonreí mientras me acercaba.
Cuando estuve cerca, me abrazó y me miró a los ojos mientras me agarraba de los hombros.
- ¿Qué tal? ¿Ha salido bien?
- Eso espero Sira. Porque como me haya salido mal, va a bajar mucho mi media académica.- solté un suspiro.
Ella me miró comprensiva y me volvió a dar otro abrazo.
- No te frustres anda, venga, móntate que nos vamos.- dijo yendo hasta el asiento del conductor.
- ¿A dónde vamos exactamente?- pregunté una vez estuvimos dentro.
- Voy a secuestrarte de tu novio un rato para que pasemos una tarde de chicas. Vamos a ir de compras y a tomar algo de café.
La miré sonriendo. Estaba agradecida de tenerla en mi vida, ahora y siempre.
Arrancó y estuvimos todo el camino cantando y escuchando música.
Cuando aparcó me agarró de los hombros y andó conmigo hasta una pequeña cafetería que había al lado.
Siendo sincera, la cafetería me parecía preciosa.
Era pequeña, pero tenía ese toque rústico y natural que a mi amiga le encantaba.Nos sentamos y ella pidió un capuccino y yo un Iced Latte.
Sira puso cara de asco cuando terminé de pedir.
- ¿Sigues bebiendo café frío?
- Hay cosas que nunca cambian Sira.- reí.
Cuando nos trajeron la orden nos pusimos cómodas y estuvimos allí bebiéndonos nuestro café.
- Por cierto, el sábado tengo competición, me encantaría que vinieses a verme.- dijo mi amiga dejando su vaso en la mesita.
- Entonces allí estaré.- dije sonriendo.
No iba mucho a verla a las competiciones, y me sentía mal por ello.
Así que siempre que me lo ofrecía aceptaba sin dudarlo.
Ella me necesitaba como apoyo y yo la necesitaba como apoyo a ella.
Supe que le hacía ilusión porque sus ojos se iluminaron.
Debía ir más a menudo.
Tras bebernos el café y empezar una disputa sobre quien pagaba, al final acabé pagando yo ganándome una mala mirada de su parte.
Después volvimos a montarnos en su coche y mientras íbamos al centro comercial mi móvil se iluminó con una llamada.
- ¿Quién es?- dijo Sira con los ojos en la carretera.
- Gavi.- dije sonriendo.
- Cógelo y ponlo en altavoz.
Hice caso a mi amiga y decidí coger la llamada.
Entonces escuché su voz a través de la línea.
- Nena ¿dónde estás? ¿Ha pasado algo?
- Cariño, me han secuestrado.
- ¿Cómo?
- Gavi, está conmigo, he decidido robártela para pasar un día de chicas sin babosos de por medio.- dijo Sira conduciendo.
YOU ARE READING
𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo Gavi
Teen FictionLeah acompaña a su mejor amiga a ver un partido del Barça aún sabiendo que es del Madrid. Lo que ella no sabe es que después de ese partido su mundo va a ponerse patas arriba. ¿Está segura de lo que dice?