LXIV

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⚠️ Contenido Explícito

Gavi me pegó a los azulejos de la ducha y me besó mientras el agua resbalaba por todo mi cuerpo.

Le sentí bajar las manos a mi vestido y gruñir después.

Volvió a subir las manos hasta la cremallera y la bajó del tirón, se agachó y empezó a tirar del vestido hacia abajo pero al estar mojado estaba costándole más de lo normal.

Yo me agarré a los azulejos y reí por la situación.

Tiró fuerte y el vestido acabó en el suelo de la ducha, me agarró cogiéndome en brazos y me volvió a besar.

Yo tiré de su pajarita y la tiré mientras desabrochaba los botones de la camisa, cosa que me estaba siendo difícil.

A la mierda.

Gruñí separándome de su boca y tiré de la camisa haciendo que los botones saltaran y la tiré después de deslizarla por sus hombros y su espalda.

Empezó a besar mi cuello y bajó hasta mi sujetador, el cual desabrochó con una sola mano y acercó su boca a uno de mis pezones para empezar a lamer con tranquilidad.

El agua le daba en el pelo y tiré de este hacia arriba.

Se apartó un segundo de mis tetas para mirarme, escupir el agua y volver a la carga pero esta vez, en el otro pezón.

Yo gemí y me agarré a su espalda.

Sus manos agarraron mi culo con fuerza y subió sus labios hasta los míos, pero no me besó.

– ¿Quién era el de anoche cariño?

– Eran unos chicos que conocimos, eran simpáticos.– dije escupiendo agua.

– ¿Ah sí?

Asentí justo cuando empecé a desabrochar su cinturón y después sus pantalones, que acabaron en el montón de ropa mojada.

Se bajó el bóxer a una velocidad impresionante y entonces entró en mi interior, haciéndome gemir alto.

Empezó a subir y bajar mi cadera mientras el agua resbalaba por su cuerpo.

Lo besé y correspondió mi beso con rabia.

Mordió mi labio y tiró de él para después agarrar la alcachofa de la ducha y bajarla para apuntar a mi intimidad.

Eché la cabeza hacia atrás mientras Gavi seguía empotrándome contra los azulejos sin pudor ninguno.

Yo gemí su nombre como loca.

– Eso es preciosa. Eso es. Ese soy yo, el que te hace gemir, el único que lo hace ¿verdad?

– Sí... Sí...– dije cerrando los ojos.

Cerró el grifo y andó conmigo hasta la cama dejándome caer y empapando las sábanas.

Se puso encima de mí y volvió a entrar para moverse más rápido.

Yo le arañé la espalda y entonces agarró mis manos con las suyas y las subió por encima de mi cabeza estrechándolas y volvió a moverse.

Me besó y siguió moviéndose.

Después de mis labios empezó a besar mi cuello, mis hombros, mis clavículas, mis tetas...

Dejó un chupetón en mi cuello y otro en mi escote.

Mientras seguía moviéndose lo miré sonriendo y abrí más las piernas para él.

Él me miró sonriendo y se mojó los labios.

𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo GaviWhere stories live. Discover now