LXII

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Narra Gavi

Esto de que mi novia hubiera hecho el anuncio no estaba siendo favorable para mí.
Además de que ahora la veía poco debido a que las múltiples ofertas que le ofrecían por colaborar con las distintas marcas que la llamaban, los chicos no paraban de hacerme bromas.

Hoy jugábamos contra el PSG y la verdad es que iba a estar muy despistado.

Mi chica estaba donde siempre. En las gradas. Esperándome.

Cuando el partido empezó decidí que tenía que centrarme y eso hice.

El partido iba muy reñido y necesitábamos ir más relajados al siguiente, así que me metí caña.

Uno de los jugadores del otro equipo se acercaba a nuestra portería e hice lo que me surgió en el momento.

Me tiré al suelo para quitarle el balón y él tropezó y se cayó.

Pitaron falta y entonces me levanté sacudiéndome las rodillas.

Sentí que alguien se acercaba a mí y me agarraron del hombro.

– Mira niñato. Vuelve a tocarme y la tenemos. Aunque con quien sí tendría algo es con tu novia. Parece una actriz de películas porno, igual puedo comprobarlo en los vestuarios después.

Escuchar todo aquello me hizo verlo todo rojo y me encaré con él mientras gritaba.

– Tócale un pelo y te juro que es lo último que haces en tu triste y miserable vida.

El árbitro se acercó a ambos echándonos tarjeta amarilla y yo bufé alejándome de allí.

Miré a las gradas para ver a mi chica de pelo oscuro, ojos verdes y sonrisa preciosa.

Nadie iba a tocarla. Estaba seguro de ello.

El partido siguió su curso y Frenkie marcó un gol que nos dio la victoria.

Al pitar el final nos pusimos a celebrar como nunca.

Vi a las chicas aparecer y me centré en como el jugador del PSG se paraba a hablar con mi novia.

Me acerqué.

Narra Leah

Los chicos acababan de ganar y yo estaba que daba saltos de emoción.

Sira y yo saltamos las gradas para ir a celebrar con ellos.

Iba en camino hasta mi chico cuando me topé con el jugador con el que Gavi se había encarado hace un rato.

– ¿Leah verdad? Encantado, soy Vítor Ferreira.

– Igualmente.– le sonreí falsamente.

– ¿Qué tal? Te he visto por los anuncios

– Y es de la única manera que vas a verme.– le sonreí y sentí a Gavi detrás de mí agarrando mi cintura.

Aquel chaval se fue por donde había venido.

Me giré hacia Gavi y le besé.

Correspondió mi beso y después me levantó para saltar y moverme de un lado a otro.

Me agarré a sus hombros riendo y celebrando con él.

Me bajó y me agarró de la cintura para abrazarme después.

– Que ganas tenía de tocarte cielo.– susurró en mi oído.– Estás preciosa. Como siempre.

Le sonreí. Sabía que estaba conteniéndose por no ir a pegarle una paliza a aquel chico y se dedicó a ensañarse con mi cuello mordiendo y lamiendo este.

𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora