XXIX

13.1K 351 35
                                    

El jueves llegó y Pedri y yo acompañamos a Gavi a la autoescuela.

Estaba muy nervioso.

Pedri le dijo que fuera con calma y que pensara con la cabeza, que esto no era el fútbol.

Y este asintió un poco a regañadientes.

Pedri y yo dejamos a Gavi y ambos nos fuimos a tomar un batido a una tienda cercana a la autoescuela.

- ¿Qué tal lo llevas?- dijo dejando el vaso en la mesa. Sabía a que se refería.

- Bueno, es algo doloroso, al fin y al cabo, he perdido a alguien que me dio la vida y que ha luchado toda su vida para darme un buen futuro. Pero pensé que iba a dolerme más ¿sabes? Quizás si hubiera pasado más tiempo con él.

- No te martirices ahora. Sigue haciendo lo que tanto te gusta y piensa que él va a estar muy orgulloso, hagas lo que hagas y decidas lo que decidas.

Yo asentí.

Pedri se había vuelto un confidente. Sabía que podía contar con él para lo que necesitase. Y sé que pese a que Gavi era su mejor amigo, podía guardarme secretos. Admiraba su lealtad con todo el mundo. Me sentía orgullosa de tenerle en mi vida.

Habíamos salido de aquel sitio cuando Gavi llegaba a nosotros.

No traía buena cara, y eso me asustaba.

- ¡HE APROBADO!- dijo gritando.

Yo sonreí y me lancé a abrazarlo cuando Pedri hizo lo mismo, aplastándome.

Nos pusimos a saltar en mitad de la calle.

Después de eso, fue a buscarse un coche.

Al final se compró el jodido BMW.

Lo bueno es que no era nuevo, así que si se estropeaba no me iba a doler tanto.

Pedri nos dijo que nos veríamos después y se fue.

Me monté en el coche de Gavi y me abroché el cinturón.

Siendo sincera, tenía miedo de verle conduciendo.

Gavi se abrochó el cinturón, arrancó y salimos del concesionario para meternos en carretera de camino a casa.

La verdad es que lo estaba haciendo bastante bien, y yo pude respirar un poco más tranquila.

Giré mi cabeza para mirarle.

Su cara era felicidad la vieras por donde la vieras, estaba concentrado, su pelo se movía gracias al aire que entraba por la ventanilla.

Estaba guapísimo.

- No se te da tan mal ¿eh?

- ¿Qué esperabas princesa? ¿Una parodia de Fast & Furious?

Yo me reí.

- Puede.

- Nunca voy a arriesgarme a que nos estrellemos si vas tú dentro.

- A veces no tienes porque ser tú el que vaya acelerado.

- Lo sé. Pero sería el doble de doloroso saber que fue por mi culpa.

- ¿Cuándo jugáis?

- Mañana. Es el clásico. Puedes venirte conmigo en el coche.

Asentí.

Sabía que estaba nervioso. Había muchas bajas en el equipo y eso nunca daba buena espina.

Pero confiaba en que lo iban a hacer genial.

𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo GaviWhere stories live. Discover now