Sira y yo habíamos decidido dar una vuelta por el centro comercial, hacía mucho que no salíamos las dos juntas y ya lo echaba de menos.
Ella estaba tan ilusionada con mi relación con Gavi que parecía la fan número 1.
Sira y yo prácticamente nos habíamos criado juntas y ella siempre ha cuidado de mí, es unos años más mayor que yo, pero creo que no nos hemos separado nunca.
- ¿Qué tal con Gavi princesa mía?
La miré mientras me metía sushi en la boca.
- Bastante bien. Me tiene como a una princesa.
- Fíjate. Quien diría que Pablo Gavi iba a enamorarse, yo lo veo tan niñato tía. Me alegra que esté tratándote como te mereces.
Yo sonreí y bebí vino de mi copa.
- Te lo digo en serio cielo. Gavi me caía fatal al principio, pero después de conocerte a ti, es un amor dentro de vestuarios y fuera. Casaos ya, por favor.-dijo Sira comiendo.
- Que dramática eres tonta.
- Vaya. No pero ahora en serio. Se ha sacado el carnet solo para llevarte a donde necesites.
- A mi me dijo que era para no depender de Pedri.
- Que va. Estuvo hablando con mi Ferri. Le dijo que iba a tener coche para que le dijeras que te llevara a donde quisieras. Tía, le dijo a Ferrán que por ti iba a suplicar de rodillas, de pie... Está enamoradísimo de ti.
Joder.
Sabía que Gavi y yo nos queríamos, pero no sabía cuanta intensidad había dentro de ese sentimiento.
- Sira. Dejemos a Gavi, porque me entran ganas de llamarle solo para escucharle hablarme con esa voz tan seductora que me pone siempre.
- Y otra pregunta. ¿Cómo es en la cama?
Hizo esa pregunta mientras bebía vino, pero al escucharle, escupí todo el vino.
Menos mal que tenía la servilleta en las manos y no hubo incidentes.
- Sira ¿en serio?- dije limpiándome la boca.
- Sí tía. Ya sabes. Si no se mueven bien en la cama no vale.
Yo empecé a reírme como una loca.
- Sí, Sira. En la cama todo bien. Ya sabes, dormimos, nos acurrucamos...
- Boba.- me dio en el brazo.- Me refiero al sexo.- dijo lo último susurrando.
- Pues bien también. Es muy dulce conmigo, siempre busca que esté cómoda con todo lo que me hace. Aunque tenemos que cambiar el repertorio.
Sira empezó a descojonarse y se limpió con la servilleta.
- No te rías. Me parece asombrante como le cambia la voz, la mirada... Todo.
- Se llama dualidad cariño mío. Y sí, de un momento a otro pasan de ser un osito amoroso a un tigre de bengala con hambre.
Reí por la elección de ejemplos y la miré sonriendo.
- Dejemos de hablar de sexo, por favor.
- Que tonta eres Leah. El sexo es algo normal.
Justo pasó una pareja de gente mayor por nuestro lado y tras escuchar aquello se nos quedaron mirando mientras se iban.
- ¡SIRA!- reí.
Salimos del restaurante descojonandonos no sé muy bien de que.
Íbamos un poco afectadas por las copas de vino, así que Sira llamó a Ferrán y este vino a buscarnos enseguida.
- Amore, que sepas que mi Leah va antes que tú en esta vida.
Yo reí en el asiento de detrás.
- Amoreeeeeee, ¿sabes que Leah y Gavi le dan al misionero?
Sira y yo empezamos a troncharnos de risa y mientras, Ferrán conducía con cara de no estar entendiendo nada.
- Espero que todo esto no lo recordéis mañana.- dijo Ferrán conduciendo.
Entonces me dio por hablar más de la cuenta.
- Fuera bromas. La primera vez que se la ví pensé "joder, que anaconda"
Sira aplaudía a la vez que se reía en el asiento de copiloto.
- Tía, no te rías. Encima es guapísimo. Cuando me mira me tiemblan hasta las piernas.
- Y lo que no son las piernas.- respondió Ferrán riendo mientras miraba la carretera.
Menudo panorama.
Cuando llegamos hasta mi casa, le di las gracias a Ferrán y entré en casa.
Estaban Pedri y Gavi sentados jugando a la play.
- ¡Mi amor!- me tiré en el sofá encima de Gavi.
Este me hizo hueco en sus piernas y siguió jugando.
- Nena, hueles a vino que echa para atrás.
- Sira ha pedido vino para la cena y creo que se nos ha ido un poco de la mano.
Pedri a su lado empezó a reírse.
- Menuda conversación llevábamos en el coche.
- Sorpréndeme.- dijo Gavi mientras jugaba.
- Hemos hablado del tamaño que tienes de tu...
Pedri no pudo aguantarse la risa con aquello y soltó el mando para descojonarse.
Gavi me miró un poco en shock.
- Nena. Es tarde, ve a ponerte el pijama y a dormir.
- No tengo sueño.- me aparté de encima suya y me acerqué a Pedri.- Pedri, guapo, ¿por qué no vives aquí? Estás más tiempo en mi casa que en la tuya.
- Buena pregunta renacuaja. No vivo aquí porque quiero dormir por las noches sin ruiditos raros.
- No somos unos ninfómanos eh.- dije mirándole. Ni que nos pegáramos todo el rato follando.
Gavi me agarró y subió a la habitación conmigo.
- Cámbiate. Lávate la cara y a dormir.
- Sí, papi.
- Leah...
- Pablo...
Soltó un gruñido y me besó para bajar después.
Dejándome un poco descolocada, me desvestí y tras lavarme la cara ya me encontraba más normal.
Bajé para encontrarlos jugando todavía.
Entré en la cocina, cogí chocolate y me senté a verles jugar mientras comía.
Ambos se gritaban porque iban a perder si no iban juntos y dejaban de perderse el uno del otro.
Yo me reía, apoyé mi cabeza en las piernas de Gavi y seguí jugando mientras lo sentía mirarme de vez en cuando.
Entonces, mientras les observaba jugar empecé a darme cuenta de la poca tolerancia que tenía con el alcohol.
Sabía que no podía beber en exceso, pero solamente me había bebido 5 copas de vino y sinceramente sentía que me había metido 3 botellas de alcohol entre pecho y espalda.
Gavi me acarició la cabeza mientras jugaba y yo, que no estaba muy espabilada cerré los ojos concentrándome en sus caricias.
Tras aquello, me quedé dormida sin ningún tipo de impedimento.
- - - - - - - -
Pedri vive de okupa en casa de estos dos, pero encantada estaría yo si me pasara a mí.
Sira y Leah son una dupla galáctica bastante peligrosa.
Pobre Ferrán aguantando el chaparrón.
Nos vemos en el siguienteee <3
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𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo Gavi
Teen FictionLeah acompaña a su mejor amiga a ver un partido del Barça aún sabiendo que es del Madrid. Lo que ella no sabe es que después de ese partido su mundo va a ponerse patas arriba. ¿Está segura de lo que dice?