XXXI

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Sira y yo habíamos decidido dar una vuelta por el centro comercial, hacía mucho que no salíamos las dos juntas y ya lo echaba de menos.

Ella estaba tan ilusionada con mi relación con Gavi que parecía la fan número 1.

Sira y yo prácticamente nos habíamos criado juntas y ella siempre ha cuidado de mí, es unos años más mayor que yo, pero creo que no nos hemos separado nunca.

- ¿Qué tal con Gavi princesa mía?

La miré mientras me metía sushi en la boca.

- Bastante bien. Me tiene como a una princesa.

- Fíjate. Quien diría que Pablo Gavi iba a enamorarse, yo lo veo tan niñato tía. Me alegra que esté tratándote como te mereces.

Yo sonreí y bebí vino de mi copa.

- Te lo digo en serio cielo. Gavi me caía fatal al principio, pero después de conocerte a ti, es un amor dentro de vestuarios y fuera. Casaos ya, por favor.-dijo Sira comiendo.

- Que dramática eres tonta.

- Vaya. No pero ahora en serio. Se ha sacado el carnet solo para llevarte a donde necesites.

- A mi me dijo que era para no depender de Pedri.

- Que va. Estuvo hablando con mi Ferri. Le dijo que iba a tener coche para que le dijeras que te llevara a donde quisieras. Tía, le dijo a Ferrán que por ti iba a suplicar de rodillas, de pie... Está enamoradísimo de ti.

Joder.

Sabía que Gavi y yo nos queríamos, pero no sabía cuanta intensidad había dentro de ese sentimiento.

- Sira. Dejemos a Gavi, porque me entran ganas de llamarle solo para escucharle hablarme con esa voz tan seductora que me pone siempre.

- Y otra pregunta. ¿Cómo es en la cama?

Hizo esa pregunta mientras bebía vino, pero al escucharle, escupí todo el vino.

Menos mal que tenía la servilleta en las manos y no hubo incidentes.

- Sira ¿en serio?- dije limpiándome la boca.

- Sí tía. Ya sabes. Si no se mueven bien en la cama no vale.

Yo empecé a reírme como una loca.

- Sí, Sira. En la cama todo bien. Ya sabes, dormimos, nos acurrucamos...

- Boba.- me dio en el brazo.- Me refiero al sexo.- dijo lo último susurrando.

- Pues bien también. Es muy dulce conmigo, siempre busca que esté cómoda con todo lo que me hace. Aunque tenemos que cambiar el repertorio.

Sira empezó a descojonarse y se limpió con la servilleta.

- No te rías. Me parece asombrante como le cambia la voz, la mirada... Todo.

- Se llama dualidad cariño mío. Y sí, de un momento a otro pasan de ser un osito amoroso a un tigre de bengala con hambre.

Reí por la elección de ejemplos y la miré sonriendo.

- Dejemos de hablar de sexo, por favor.

- Que tonta eres Leah. El sexo es algo normal.

Justo pasó una pareja de gente mayor por nuestro lado y tras escuchar aquello se nos quedaron mirando mientras se iban.

- ¡SIRA!- reí.

Salimos del restaurante descojonandonos no sé muy bien de que.

Íbamos un poco afectadas por las copas de vino, así que Sira llamó a Ferrán y este vino a buscarnos enseguida.

- Amore, que sepas que mi Leah va antes que tú en esta vida.

Yo reí en el asiento de detrás.

- Amoreeeeeee, ¿sabes que Leah y Gavi le dan al misionero?

Sira y yo empezamos a troncharnos de risa y mientras, Ferrán conducía con cara de no estar entendiendo nada.

- Espero que todo esto no lo recordéis mañana.- dijo Ferrán conduciendo.

Entonces me dio por hablar más de la cuenta.

- Fuera bromas. La primera vez que se la ví pensé "joder, que anaconda"

Sira aplaudía a la vez que se reía en el asiento de copiloto.

- Tía, no te rías. Encima es guapísimo. Cuando me mira me tiemblan hasta las piernas.

- Y lo que no son las piernas.- respondió Ferrán riendo mientras miraba la carretera.

Menudo panorama.

Cuando llegamos hasta mi casa, le di las gracias a Ferrán y entré en casa.

Estaban Pedri y Gavi sentados jugando a la play.

- ¡Mi amor!- me tiré en el sofá encima de Gavi.

Este me hizo hueco en sus piernas y siguió jugando.

- Nena, hueles a vino que echa para atrás.

- Sira ha pedido vino para la cena y creo que se nos ha ido un poco de la mano.

Pedri a su lado empezó a reírse.

- Menuda conversación llevábamos en el coche.

- Sorpréndeme.- dijo Gavi mientras jugaba.

- Hemos hablado del tamaño que tienes de tu...

Pedri no pudo aguantarse la risa con aquello y soltó el mando para descojonarse.

Gavi me miró un poco en shock.

- Nena. Es tarde, ve a ponerte el pijama y a dormir.

- No tengo sueño.- me aparté de encima suya y me acerqué a Pedri.- Pedri, guapo, ¿por qué no vives aquí? Estás más tiempo en mi casa que en la tuya.

- Buena pregunta renacuaja. No vivo aquí porque quiero dormir por las noches sin ruiditos raros.

- No somos unos ninfómanos eh.- dije mirándole. Ni que nos pegáramos todo el rato follando.

Gavi me agarró y subió a la habitación conmigo.

- Cámbiate. Lávate la cara y a dormir.

- Sí, papi.

- Leah...

- Pablo...

Soltó un gruñido y me besó para bajar después.

Dejándome un poco descolocada, me desvestí y tras lavarme la cara ya me encontraba más normal.

Bajé para encontrarlos jugando todavía.

Entré en la cocina, cogí chocolate y me senté a verles jugar mientras comía.

Ambos se gritaban porque iban a perder si no iban juntos y dejaban de perderse el uno del otro.

Yo me reía, apoyé mi cabeza en las piernas de Gavi y seguí jugando mientras lo sentía mirarme de vez en cuando.

Entonces, mientras les observaba jugar empecé a darme cuenta de la poca tolerancia que tenía con el alcohol.

Sabía que no podía beber en exceso, pero solamente me había bebido 5 copas de vino y sinceramente sentía que me había metido 3 botellas de alcohol entre pecho y espalda.

Gavi me acarició la cabeza mientras jugaba y yo, que no estaba muy espabilada cerré los ojos concentrándome en sus caricias.

Tras aquello, me quedé dormida sin ningún tipo de impedimento.

- - - - - - - -

Pedri vive de okupa en casa de estos dos, pero encantada estaría yo si me pasara a mí.

Sira y Leah son una dupla galáctica bastante peligrosa.

Pobre Ferrán aguantando el chaparrón.

Nos vemos en el siguienteee <3

𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora