𝐑𝐄𝐌𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑 +18 | Pablo Gavi

XXXVIII

No podía aburrirme más.

Los chicos se habían tenido que ir básicamente a la otra punta del país para un estreno de no sé muy bien que.

Sí, podría haberme enterado mejor, pero cuando Gavi estaba contándomelo estaba haciendo caricias por mis muslos, así que tenía excusa.

Suspiré y me puse boca abajo en el sofá, mirando a la nada.

Entonces recibí una llamada y cogí el móvil sin mirar quien era.

- Hola Leaah.

Sonreí.

- Aurora ¿qué tal?

- Bien, te llamaba para decirte que ya que mi hermano no está si quieres voy a buscarte y vienes a casa con mis padres a comer que están deseando verte.

- Oh pues, claro, me salvas la vida porque estoy muuuuy aburrida.

Aurora soltó una risa desde el otro lado y me dijo que a las 12 pasaba a buscarme y colgó.

Miré el reloj y me levanté para darme una ducha, me puse un pantalón corto y un top.

El pelo no había querido domarse hoy, así que buscando por la habitación encontré una gorra de Gavi, la cogí y me la puse.

Cuando terminé Aurora me dijo que estaba fuera.

Cogí algunas cosas y bajé, salí de casa y me monté en su coche.

- ¿Cómo haces para estar guapa siempre que nos vemos?- dijo ella nada más verme.

Yo reí y la miré.

- Como si tú no fueses guapa acaso.

Estábamos llegando a casa de sus padres cuando mi teléfono sonó.

- Es tu hermano.

- Cógeselo y pon el altavoz, a ver que barbaridad suelta.

Lo hice y entonces empecé a escuchar mucho jaleo del otro lado.

- ¡Leah! ¡Deja a este tonto y sal conmigo! ¡Te llevo al Bernabeu todos los días!- gritó Ansu desde el otro lado.

- ¡Ansumane Fati, devuélveme el puto teléfono y deja de tirarle la caña a mi novia, cojones!

Escuchaba jaleo y de repente silencio.

- Hola Leah, ya sabes quien soy, soy tu amado Pablo Torre, le hemos quitado el móvil a Gavi para hacerle correr un rato.

- Hola Pablo.- dije riendo.

- Yo solo digo que-

- Tú no dices nada, capullo.- dijo Gavi y escuché un golpe.

- ¡Leah! ¡Tu novio me ha soltado una colleja!

- Ni caso cielo. ¿Qué tal?

- Gavi, estoy en altavoz con tu hermana al lado.

- Ay madre... Hola hermanita

Esta rió a mi lado.

- Hermanito, te van a soltar una torta buena algún día.

- Pero si han empezado ellos.

Yo no podía parar de reírme.

- ¿A dónde vais las dos?- dijo este después.

- A casa de tus padres, que me echan más de menos a mí que a ti.

- Ya, pero eso no hace falta que me lo dijeses tú.- dijo él.

Yo reí.

- Dejad de ser tan brutos anda.

- Que sí cielo.