Mi esvástica: [LIBRO #1- TERMINADO]

Temporada 1: [Capítulo 10]

Temporada 1: [Capitulo 10]

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Unas embestidas más y ambos llegamos a un profundo orgasmo que nos hizo desfallecer. Jadeando, nos abrazamos, Urss se acosto en el pasto y yo sobre tu pecho, acariciando suavemente los vellos que ahí crecían. Le daba un aspecto tan varonil, simplemente me cautivaba. Me acurruqué complemente en el, sintiendo como hace mucho tiempo, el palpitar lento de su corazón. Nos quedamos así, abrazados, disfrutando del silencio, disfrutando uno del otro.

1922

Si bien Third Reich y Urss eran todo lo que querían, sabemos que la vida nos juega malas pasadas: que nos ponen contra la espada y la pared. Donde no tienes opciones, en donde crees que podrías perder a lo que más amas en todo este mundo. ¿Alguna vez has estado en una situación cómo está? En esta historia, ellos estarán ahí, solo que... aún no lo saben.

POV. REICH
Caminaba junto a Urss y el cielo nocturno, frío y melancólico. Las tierras rusas son frías pero en su interior son calientes, tienen historia, tienen algo que me encanta. ¿Será por el alto caucásico que camina junto a mi?

—Urss, no puedo creer que acepte quedarme contigo una semana; en Alemania tengo tantas cosas que hacer...—suspiré pesado.—siempre logras convencerme.
—Vamos Reich, después de tanto tiempo sin vernos.—me volteó a ver y sonrió ligeramente.— no quiero tener que separarme de ti.

Mire a otro lado sonrojado, a veces Union podía ser muy cursi. Caminábamos por la plaza principal de su ciudad en Moscú, en dirección a su casa, yo propuse la caminata ya que siempre me gusta apreciar mi alrededor.

—Unión.
—¿Si, Reich?
—¿Podrías explicarme eso con que ahora tienes un hijo?
—Hummm, bueno...

Mire a Urss esperando su respuesta y él se rascó el cuello nervioso. Agudice mis ojos y él levantó las manos en señal de rendición. ¿Acaso el..?

—Cuando asumí el poder de mis tierras, que realmente fue hace unas horas, un pequeño bebé apareció en la puerta de mi casa. En una cuna, solo con una manta, no tenia alguna nota u algo por el estilo. Pregunte con algunos conocidos y me explicaron que así es como se representan las jóvenes colonias que son ahora tierras bajo mi poder. —suspiré aliviado.—Ey, ¿acaso pensabas que los hice naturalmente?

—¿Que? Por supuesto que no.-lo vi totalmente indignado.- Y si fuese así no me habría importado...—mire hacia otro lado. Lo dije casi en un susurro.
—Se que te habría importado.

Silencio de nuevo. Mire mi alrededor y el lugar era tranquilo, se respiraba la calma después de una gran tormenta. Al llegar a la casa de Urss, note lo grande que era, se me hizo curioso ya que supongo que él vive solo. Aún que, no puedo juzgar, yo tengo un hogar igual y vivo solo.

—Siéntete como en un casa, Reich.—sus palabras fueron tan cálidas, me sonrojé levemente y entre cuando me abrió las puertas de su hogar.
—Gracias...

Unos cuantos soldados nos recibieron y regresaron a sus puestos de vigilancia. Era una sala enorme al entrar, con doble planta y numerosas habitaciones. Era acogedor, lindo, rústico con un toque de elegancia. Sonreí aprobando el paisaje.

—Nada mal, Urss. Creí que tendrías peores gustos.
—Lo dice el que siempre viste de negro.—lo mire mal.
—Para tu información, el color negro es elegante y representa mucho porte, pero en fin...—

Mis palabras fueron calladas cuando ambos escuchamos el llanto de un bebé, se escuchaba tan agudo, como el de un recién nacido. Debo admitir que lastimo suavemente mis oídos, solo me limite a una mueca.