Temporada 2: [Capítulo 14]

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Anteriormente en: Mi esvástica

Mis ojos se llenaron de lagrimas y corrían lentamente en silencio. Giré mi cabeza y aún en la oscuridad del contraluz, pude ver los ojos amarillos brillantes de Berlín.

—Te dije que no abrieras esa puerta.... Reich.

Urss nunca se equivocó sobre Berlín...















[ L A V E R D A D ]
10 de Febrero de 1940
5:32 am

POV. REICH

Me quede sin silencio, sin dar un paso atrás o adelante; si peleo, Berlín puede ganarme fácilmente y no quiero poner en riesgo a mi bebé. Simplemente me toca hacer nada. Sus manos tibias estaban sobre mi vientre y lo acariciaba con gentileza.

—Se que ahora mismo tienes muchas preguntas, Reich... igual ya note que has logrado recordar algo de ellos, es un milagro, los doctores dijeron que tu memoria jamás regresaría...

¿Memoria?, ¿perdí la... memoria?. Mi vida empezó a los 9 años... no recuerdo mucho antes de eso. ¿Nunca sospechaste que había algo extraño con tu padre? No...

—... Reich, no debes temerme. —sus manos dejaron mi vientre y subieron a mis hombros. Me tensé mientras temblaba.— Yo siempre te he cuidado, mi Reich...

Seguía de espaldas a él. Podía sentir su respiración pesada y nerviosa. No te muevas. No te alteres, no le digas lo que piensas, Reich... pero tengo que decírselo... ¿El ... el mató a mis padres..?

—¿Tu mataste a mis padres..? —susurré.

Su agarre se tenso en mis hombros y me obligó a darme la vuelta para que lo viera cara a cara. En su rostro tenía una mueca de tristeza y decepción... ¿fue el? No puedo creerlo, Berlín... eras como un padre para mi, ¿por que me traicionas así? ¿Por que siempre me hacen esto?

Reich... mi pequeño Reich.—susurró mientras su mano enguantada de blanco acarició suavemente mi mejilla y el suspiro con tristeza.— Yo no...—

Quizás no es el momento de saberlo... ¿que..? Chille de dolor cuando sentí algo mojado y caliente resbalarse entre mis piernas. El dolor se hizo más intenso obligándome a gritar. MALDICION. Esto duele como el mismo infierno.

—¡Reich!, ¿Que le suce — el miro hacia la parte baja de mi bata blanca y estaba empapada.— se le rompió la fuente...

—¡N-No... m-me to-oques! —susurré con la respiración agitada.— ¡T-trae al do-oc...tor... no puedo... AHHH!

Mis piernas colapsaron ante el inmenso dolor que sentía en mi vientre. Eran las contracciones más dolorosas que he sentido en mi vida, sentía como mi bebé se removía intranquilo en mi interior y me costaba mantener la respiración. Lloraba por el dolor mientras mi bata se comenzaba a empapar en la parte superior por el sudor que escurría de mi pecho y espalda.

Berlín me sostuvo con fuerza y me cargó de formal nupcial. Dio media vuelta y comenzó a correr conmigo en brazos por el camino de regreso para salir de los canales subterráneos. Yo me aferré a su cuello para sostenerme mientras con la otra mano acariciaba mi intranquilo vientre. Grite de nuevo por el agonizante dolor.

Mire mis piernas descubiertas por cómo había quedado recogida la bata entre las manos de Berlín y note como la sangre comenzaba a escurrir de estas, chille horrorizado. ¿Mi bebé morirá..? Morirá, por favor no.

—¡Doctor Klaus! —gritó Berlín con una voz que jamás había oído de él. Mis ojos se cristalizaron mientras comenzaba a desfallecerme.— ¡DOCTOR KLAUS!

Mi esvástica: [LIBRO #1- TERMINADO]Where stories live. Discover now