Temporada 3: [Capítulo 2]

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Anteriormente en: Mi esvástica

Aún que eso no lo sabía con exactitud. Simplemente se recostó envolviéndose con las blancas sábanas, compartieron miradas un segundo y antes de cerrar sus ojos para por fin descansar se despidió de su acompañante.

—Buenas noches, Berlín...

—Buenas noches, pequeño Reich.















14 de Noviembre de 1908
Alemania, Múnich

Los niños jugaban con su padre felizmente en el jardín. El pequeño Third Reich adoraba jugar a las escondidas con su hermano mayor y era aún más emocionante cuando su progenitor se unía, a pesar de que Second era siempre serio, formal y de poco tiempo, se tomaba el detalle de jugar con sus hijos.

—¡Vati, Vati, es tu turno de buscarnos! —exclamó entusiasmado la pequeña esvástica.

—¡Cuenta hasta diez, Vater! —completo Weimar igual de feliz.

—Bien niños, ocúltense. Uno... dos... tres...

Mientras los pequeños retoños buscaban en donde ocultarse, dos personas más apreciaban la escena. El austro — húngaro tomaba el té en compañía del alemán mayor de la familia, Berlín. Ambos sonreían mientras disfrutaban el paisaje, las risas de los niños y el bonito ambiente familiar.

El adulto mayor era como una figura paterna para Second Reich, pues a pesar de que el Gran Prusia era su legítimo padre, el quien en realidad lo cuidó y enseñó todo lo que ahora sabe fue el mismo Berlín.

—Iré por más te Hungry, además de galletas para los niños. Ya casi es su hora de merienda.

Se puso de pie con la tetera en manos, pero antes de irse fue detenido por la delicada mano del húngaro. Le indicó con los ojos que no se fuera y que tomara de nuevo asiento.

—Aprovechando que los niños están distraídos... quiero platicarte de algo que he estado pensando junto con Second.

—Claro, dime. —respondió muy atento dejando el objeto de vuelta sobre la mesa.

—Verás, Berlín... —el suspiro algo nervioso— sabes bien que cuando Weimar cumpla 18 años heredará ambos imperios, tanto el mío como el de Second. La verdad no nos preocupamos tanto por él ya que es idéntico a su padre, ya sabes, es fuerte , responsable, serio, todo un líder... la cuestión es que nos angustia un poco nuestro pequeño Reich.

El compañero se miraba confundido, no entendía a dónde iba la platica. Sin embargo prefirió guardar silencio hasta que el austriaco terminara de explicarse.

— ... pensamos que nuestro niño es como yo, es decir, posee mis particularidades físicas.

—Eh... Hungry, lo siento pero no estoy entendiendo.

—Reichy es dócil, delicado, adorable y muy dulce. Es idéntico a mi cuando era pequeño, por eso creemos que él también puede ser un doncel...

—Oh...

—Reich será el segundo al mando del Imperio y cuando Weimar se retire del poder él lo tomara. Pero hasta para ese entonces a Second y a mi nos preocupa si... bueno, si nos llega a pasar algo a nosotros, queremos estar tranquilos que nuestro pequeño retoño estará bien y en buenas manos.

—Ay no, Hungry no me digas que Second y tu piensan en...

—Si. —el de ojos turquesas sonrío gentilmente y puso su mano sobre la de Berlín— eres como el padre de Second. Nosotros te amamos y eres el hombre más protector, dulce e inteligente que hemos conocido. Incluso mi esposo lo dice siempre, por eso te admira mucho, sin contar que tú lo criaste.

Mi esvástica: [LIBRO #1- TERMINADO]Where stories live. Discover now