Mi esvástica: [LIBRO #1- TERMINADO]

Temporada 1: [Capítulo 21]

Anteriormente en: Mi esvástica

Me quede en silencio y solo regrese a mi cama, me recosté y mire a la nada, totalmente perdido. El doctor se paró frente a mi y me miró con algo de compasión. ¿Realmente era real todo esto?

—No solo eso...—lo mire y él se miraba más nervioso que antes.— Mein Führer, usted está en cinta...

[...]

El doctor salió de la habitación de Reich, que para sorpresa de todos los que esperaban en la sala, salió ileso. Pero se le miraba preocupado. Berlín, se acercó rápido a él para preguntarle el estado de salud de su líder. Ellos hablaron tan bajo que Italia no pudo escucharlos.

—Oh, mein Gott...—exclamo Berlín, totalmente sorprendido.— ¿Esta seguro de eso, Doctor?

—No hay duda, señor Berlín...

—¿Que pasa? Díganme, susurran como si no estuviera aquí...—dijo Italia algo resentido.

La mano derecha del Führer y el médico se vieron entre sí y Berlín pensó que el italiano merecía saberlo ya que ayudó a su líder cuando se desmayó en el carruaje.

—Es algo difícil de entender, señor Italia... Third Reich está en cinta.—dijo el anterior nombrado.

Italia se quedó en shock y pensó lo mismo que Reich, que eso tenía que ser imposible. Un hombre, ¿embarazado? Suena totalmente ridículo. Miró al doctor buscando explicaciones y después de unos minutos de plática, todo había quedado aclarado.

—Así que... eso es verdad, hace muchos años había escuchado de esa palabra, de los tales donceles, creí que eran un mito...—dijo el tricolor totalmente pensativo.

—Todos creen que son un mito.—dijo el médico.— solo se tiene registrado menos de 10 countrys catalogados como donceles, realmente pocos. Máximo dos por generación, Mein Führer es uno de miles.

Todos se quedaron callados y Berlín sirvió algo de té para los nervios. Third Reich aún no bajaba de su habitación y seguramente no lo haría en lo que resta de la noche. Entonces su mano derecha recordó que su líder tiene una reunión mañana temprano con el señor Urss y prefirió no ir a molestarlo para que descansara. Italia tenía una pregunta en la punta de su lengua , quería decirlo, pero temía a incomodar.

—Y... ¿quien es el padre?—lo dijo casi en un susurro.

—No lo se. El señor Reich nunca me habla de su vida privada.—mintió Berlín.

—Bueno...—carraspeó el doctor al sentir muy tenso el ambiente.— Señores, me retiro.

Berlín lo acompañó hasta la puerta y aprovecharon el momento para platicar de algo importante sobre el embarazo de Reich.

—Señor Berlín, vendré constantemente para monitorear el desarrollo del embarazo de Mein Führer, por indicaciones de él mismo... por favor, cuídelo mucho, evite que se altere y que no haga esfuerzos físicos, su estado es delicado.

—Entiendo, gracias Doctor.

POV. REICH

Desperté con el primer rayo de sol que cayó sobre mis párpados y con pereza me levante de la cama. Mire a la nada y recordé todo lo que había pasado anoche. Sin poder evitarlo, comencé a llorar nuevamente. No podía contenerme. Simplemente asimilar que mi anatomía es diferente, que estoy embarazado y que ese niño es de Urss... me destrozaba saber que en mi crece el producto de nuestro viejo amor, de haber sabido que soy un doncel nunca hubiese cometido tantos errores...