Temporada 3: [Capítulo 19]

218 16 9
                                    

Anteriormente en: Mi esvástica

—¿A que te refieres con..? —cuestionó el británico, incómodo sobre él asiento.

El ruso se puso de pie, dejó de forma brusca el vaso de vidrio sobre la mesa y antes de retirarse de la sala para salir al jardín del edificio, dijo:

—Sonríe así por que sabe que lo estoy viendo.


















—¿Creíste que no te pediría nada a cambio?

El eslavo escuchó aquella pregunta, esa voz familiar e inolvidable; pero era diferente, un tono distinto, uno muy cruel y pesado, era como escuchar al alemán en un estado desquiciado de consciencia. Observó su alrededor, dándose cuenta que estaba encerrado en una oscura habitación, al menos podía verse las manos.

Las suelas de sus botas de invierno hicieron eco bajo sus pasos, buscando el origen de las palabras, escuchaba susurros a los lejos como si varias personas buscaran pasar de ser percibidas. Una risa ronca le hizo poderse alerta.

—¿Por que me hago esto..? —ese si era Third Reich, el soviético lo reconoció al instante— ¿por que me torturo así? , ¡¿por que me traiciono?! , ¡dijiste que me ayudarías!

—¿Con quien está discutiendo? —murmuró el del parche, solo para sí mismo.

Miró a todas direcciones pero todo era de color negro, comenzaba a sofocarse, el aire él faltaba y era insuficiente para su respiración que comenzaba a cortarse en tu garganta, la ansiedad por encontrar al alemán lo estaba matando.

—Solo eres un pequeño ser insignificante... siempre lo fuiste... —se escuchaba cada vez más cerca— ¿en serio creíste que llegarías tan lejos sin mi? , ¡YO soy quien tuvo la mano de acero para alzar a Alemania de la ruina! , ¡SIN MI no serías nadie, FÜHRER!

—¡Yo fui quien dio su vida por Alemania, por la nación de mi padre!

—¡Second Reich era un monstruoso Imperio! , ¡AL IGUAL QUE YO!

Los gritos se propagaron hasta los oídos del comunista, eran jodidamente gastadores; el llanto era hiriente, quien fuera que sea se notaba que en serio estaba sufriendo. Comenzó a correr en dirección al origen de esas voces, quería, no... ¡necesitaba encontrar a su esvástica!

—¡Reich! —gritó , escuchando el eco de su voz, todo se quedó en repentino silencio.— ¡Reich! , ¿donde estas?

Segundos en silencio, hasta que se escuchó un débil sollozo ente la oscuridad. Una voz quebrada le respondió.

—¿U-Urss..?

—¿Reich? —lo sentía cerca, daba pasos más largos— ¡Si, soy Urss! , no dejes de hablar así puedo llegar hasta donde tú est—

—¡NO!—le grito desesperado— ¡NO, URSS, CORRE, POR FAVOR HUY—

Claramente se escuchó como si algo o alguien sofocara al dictador, esto puso más tenso el cuerpo del más alto, no planeaba darse por vencido hasta encontrarlo en medio de esa penumbra. Después de minutos en desesperación, por fin, pudo ver la silueta alta y esbelta de quien estaba buscando. Le estaba dando la espalda.

Apenas pudo abrir sus labios en una leve sonrisa al por fin encontrarlo, camino apresurado a él pero toda la sangre se le heló cuando Third lentamente giró para verlo. Se quedó un rato estático, atónito por cómo esa oscuridad envolvía lentamente al de esvástica.

Se vieron a los ojos solo un segundo que pareció ser una eternidad, las lagrimas se asomaban en ambos rostros y el ruso, en lo que sería su último intento por no perderlo de nuevo, corrió lo más rápido que pudo hacia el. Le extendió su mano.

Mi esvástica: [LIBRO #1- TERMINADO]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن