Temporada 2: [Capítulo 12]

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—No siento miedo por eso... —susurró ella— tengo miedo de volver a verlo y recordar sus rostros... recordar todo lo que hice... yo también me siento muy arrepentida, amor, quisiera nunca haber aceptado el trato de Zarist...

—... pero ahora ya no hay nada que podamos hacer por ellos. —acarició el cabello de su esposa.— quizás solo pedir perdón sea la única opción.





POV. REICH

Quizás los niños no sean tan malos. La foto entre mis manos hacía que sintiera un cálido sentimiento en mi pecho, no puedo evitar pensar lo adorables que se ven.

Con la yema de mis dedos acaricié el rostro de Urss sobre la imagen y suspire. ¿Qué haces?, ¿que estoy haciendo?, Urss.., Urss.., pensaba en destruirte, pero siempre vivo engañándome.

No se cuanto tiempo paso mientras miraba aquella foto, hasta que Berlín entra a mi habitación. Lo veo y me sonríe amablemente. Él no se miraba así en el sueño. ¿Berlín..? ¿Por que se miraba diferente?

—Señor Reich, ¿todo bien? —se acercó a mi y miro la foto.— Oh.., ¿son los hijos del Señor Unión soviética?

—¿Ah? —respondí aturdido y salí de mis pensamientos.— Ah, si... el mayor el Rusia, la niña es Bielorrusia y el otro niño es Ucrania.

— Son adorables. —dijo el sonriendo.— Señor, ya le prepare sus panqueques. Coma algo antes de su reunión con sus aliados, ellos llegarán en 40 minutos.

—... quisiera dormir, no me siento bien, Berlín.—susurré mientras guardaba la foto dentro del sobre y la guardé en el gabeton de mi tocador. Sentí un leve mareo que me hizo temblar junto con un escalofrío que me recorrió desde las piernas haga mi espalda, el me sostuvo para evitar que cayera al suelo.— Uh...

—Señor, el doctor le indicó reposo absoluto, por favor acuéstese. —me guía hasta la cama en donde me ayudo a arroparme.— ¿que le parece un baño? Para que usted se relaje, después coma algo, le insisto, debe alimentarse bien y más ahora que su gestación ya es avanzada.

—Bien, Berlín...—susurré no con muchas ganas.

—Prepararé la tina, señor Reich.

Al quedarme solo en mi habitación, podía sentir unos fuertes escalofríos recorrer desde mis piernas hasta mi pecho. Me abrigue lo más posible pero sudaba sin sentir calor; me frustré y me puse de pie lentamente para comenzar a caminar en círculos en mi habitación.

"¿Que demonios me pasa?" Pensé. No era la primera vez que siento estos fuertes escalofríos, desde hace casi medio mes que comencé con esto y el doctor Klaus dijo que era algo normal, solo por los cambios hormonales.

Me senté de nuevo en la orilla de mi cama. De pronto escuche la voz de Berlín detrás de la puerta .

— ¡Señor Reich!, ¡la tubería tiene un problema, demorará quince minutos en que lo arreglen. Puede dormir un rato si lo desea, yo le despertaré cuando esté lista la ducha!

—Está bien, Berlín... —dije mientras mis labios temblaban. Sentía frío.

Calcule que ya había pasado cinco minutos mientras miraba por la ventana de mi habitación, soportando la horrible sensación de estar en medio de un invierno sin abrigo. Decidí que era mejor cambiarme de ropa para la ducha.

Me quite con dificultad la camisa negra de mi uniforme (confeccionado por Berlín, por que claro, ya aumente de talla) y me tome un respiro por el esfuerzo, está barriga pesa mucho. Me senté sobre mi cama, para desabotonar mis pantalones anchos de las caderas y quitarme con mucho esfuerzo mis calcetas negras.

Mi esvástica: [LIBRO #1- TERMINADO]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن