Temporada 3: [Capítulo 4]

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Anteriormente en: Mi esvástica

Terminaron de ordenar aquel cuarto que sería su habitación por estos tres días, guardaron las valijas debajo de la cama matrimonial y antes de salir, vieron por la ventana del balcón lo hermoso de la vista, el sol estaba en su punto más alto, dejando el frío bosque como un cálido o en su defecto, no tan helado paisaje.

—Quiero dar un paseo —dijo el alemán con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Me parece bien, Reich —respondió mientras lo abrazaba por los hombros y besaba su cabello.






















Julio de 1917

Frente occidental ; guerra de trincheras
Ejército británico - francés

Los disparos se escuchaban de extremo a extremo; gritos y súplicas de soldados, el olor de la sangre cuajada junto con sudor mezclado con lagrimas. Era un ambiente desesperante, digna del propio infierno.

Las potencias aliadas estaban con una fuerte defensa en una trinchera infinita, los alemanes optaban por la misma posición pero había un as bajo la manga que nadie creyó que fuese a ser utiliza por el nivel de su crueldad y deseo inhumano.

—¡Señor Reino Unido, los soldados reportan mucha actividad en la base alemana!

—¿posiciones?

—Defensivas en todo el occidente.

Mientras que el británico atendía los reportes de sus soldados, la francesa miraba al frente con unos binoculares . Los soldados enemigos parecían agitados transportando algo, no podían identificar qué era, pero sin duda le generaban un mal sentimiento en el pecho.

—Cariño... —susurro— esto no es bueno, ¡están cambiando de posiciones justo ahora! , están abriendo las trincheras, parece que van a contraatacar.

—¿Que? , ¡imposible! , déjame ver —su esposa le paso los binoculares, sorpréndase por la actividad en la trinchera alemana— my god...

De pronto, un sonido estruendoso se escuchó en todas partes, los soldados aliados retomaron la defensiva y esperaron instrucciones de sus líderes. El silencio era infernal, preferirían escuchar los disparos por que sabían que era evidente que podían atacar, pero no sabían que es lo que se aproximaba ahora.

Una nube oscura y densa se comenzó a dispersar sobre ellos, el viento hacía que aquel cúmulo de gas llegara más rápido a las posiciones del británico y la francesa, vieron extrañados el fenómeno, no tenían idea de lo que podría ser, no era ningún tipo de arma jamás visto antes en una guerra.

Pero cuando estuvo a metros de ellos, lograron reconocer a la misma muerte. Los soldados aliados tosieron sangre y cayeron al suelo convulsionando. Gritos de horror se escucharon por todas partes, la piel se derretía de sus huesos, les sangraban los ojos y vomitaban sangre con solo entrar al mínimo contacto con ese misterioso gas.

Era la nube de la muerte sobre ellos. Los ojos azules lila de Francia se llenaron de lagrimas cuando escuchó el eco de una risa sádica, miro a su esposo y de inmediato supieron quien era esa persona que se regocijaba en su sufrimiento; el temible Second Reich.

—¡RETROCEDAN TODOS! , ¡SALGAN DE SUS POSICIO—

Demasiado tarde ya para dar indicaciones, aquella nuble oscura cayó sobre ellos y al instante sintieron como el aire quemaba su garganta hasta llegar a sus pulmones, tosieron con sangre, se asfixiaban. Se pusieron de pie dando los últimos gritos que podían para que toda su tropa también diera un paso atrás.

Mi esvástica: [LIBRO #1- TERMINADO]Where stories live. Discover now