Temporada 3: [Capítulo 21]

174 16 13
                                    

Anteriormente en: Mi esvástica

—¿Por que estas..—

—El nunca va a cambiar, ¿ verdad? —cuestionó calmando lentamente su voz y secó sus lágrimas— abrió sus canales de radio hasta Berlín, solo para que yo lo escuchara...

—...—

—Me alegra que lo hiciera... —sonrió con tristeza.— ... ya extrañaba su voz.



















Enero de 1944
El Tercer Reich comienza a perder poder sobre Europa, el final es inminente, entonces:
... ¿por que nadie está feliz?

El único sonido que se escuchaba en la habitación era el monótono tiktak del reloj sobre la pared, la lejana risa de los niños que se divertían jugando en el jardín y la gran tensión que abrumaba a ambos hombres sentados frente a frente. El alemán habló:

—Imperio... es la última vez que te lo digo, que te lo pido, acepta la destitución de nuestra alianza.

—Jamás bajaré la cabeza, Third. Jamás —le respondió con resentimiento.

Se vieron fijamente, los ojos castaños de su compañero se mostraban cansados, con mucho pesar, dolor e incluso tristeza, pero el dictador no pudo ver ni una pizca de miedo. En esos momentos deseo ser como su amigo nipón: valiente.

—Si abandonas el eje, serás juzgado con menos severidad. —se puso de pie, dejando el documento sobre su escritorio— Imperio, eres mi amigo... mi mejor amigo, no quiero que corras con el mismo destino de Italia.

—No hables de él como si estuviera muerto.—murmuró entre dientes.

—Nunca dije eso, pero yo conozco a Urss y sé todas las cosas que él hizo e incluso aún sigue haciendo con el, con su hermano menor y con su país. Será tú mismo destino o incluso peor, por eso, debes renunc—

Sus palabras fueron cortadas por el abrupto golpe de los puños cerrados contra la mesa, miró consternado a su compañero, él nunca se mostraba como alguien agresivo, era todo lo contrario a esa palabra. Le daba tristeza ver a un ser tan pacifico convertirse en algo volátil, explosivo. Se quedó en silencio.

—¡NO, FÜHRER, NO! , ¡ME REHUSO!

—Imperio Japonés...

—¡Deja de hablarme como si tu no estuvieras dando tu vida por nosotros! —lo encaró con rabia— ¡Tú te vas a sacrificar por todos nosotros! , ¡me pides que piense en mi, que piense en mis hijos! , ¡¿PERO QUE HAY DE TI?! , ¡¿Cuando pensarás en ellos?! , ¡ah! Vamos, dímelo Third, ¡¿cuando será que pensarás en Demo y Fede?!

—Ya lo hago... —le respondió con la voz tranquila, bajo sus ojos al suelo— si no lo hiciera, no estaría haciendo todo esto...

—No seas así, Reich. No conmigo.

—Sabes bien, Imperio, que mis planes originales no iban a ser nada de esto. YO tenía otros ideales para mi gran Imperio Alemán, pero en el momento preciso me enteré que soy un maldito doncel y quede en cinta de Urss, ¿sabes como eso destruyó todo lo que me tomó años construir?

El nipón se quedó callado.

—Pero aún así... aún que al inicio me arrepentía, ahora, estoy dispuesto a dar todo, a dar MI VIDA por ellos. Yo no valgo nada, ellos si. Y si haciendo esto, tengo... aún que sea la más mínima oportunidad para salvarlos, entonces créeme que vale por completo la pena.

El más alto suspiró con un nudo en la garganta, la impotencia lo hacía perder el control. Si algo odiaba el sol naciente es no poder hacer nada, es solo quedarse cruzado de brazos. No le gustaba ser un inútil. El alemán se acercó a él, posó su mano sobre su hombro y él le correspondió.

Mi esvástica: [LIBRO #1- TERMINADO]Where stories live. Discover now