Capítulo 2

6.5K 339 26
                                    


Cuando les avise, pueden poner la canción que está en Multimedia: Talking to the Moon – Bruno Mars.

Ya estaba lista. Me puse base, pinté mis labios de color rojo y peiné mi pelo. No retoqué mis ojos pues con la máscara casi no se verían, y podría mancharme con maquillaje. Me miré una vez más al espejo, amaba este vestido y mi máscara también, era dorada con algunos brillos a los costados, era simple pero al mismo tiempo llamativa.

Sin perder más tiempo salí de mi cuarto y apareció Max intentando ponerse su máscara, no puedo creer que diga esto pero él estaba muy elegante: Esmoquin negro y la máscara igual, sencillo pero guapo. Es un atrapa chicas, ha tenido más novias que duchas creo yo. Actualmente estaba soltero pero estoy cien por ciento segura de que volverá con alguna que otra rubia.

– Wow. —Dijo una vez que me vio—. Muy linda, claro, porque tienes la máscara puesta y casi ni se te ve la cara.

Mi sonrisa se borró y le di un fuerte golpe en el hombro. Sabe lo mucho que me molesta que haga esos comentarios, aunque por el fondo me dio risa.

– ¡Oye! —Se quejó—. Esta bien, perdón. Luces bien.

Me crucé de brazos—. Tú luces como un idiota.

Max puso una mueca a lo que continué diciendo:

— Un idiota muy sexy.

Sonrió mostrando sus blancos dientes y me abrazó. Bajamos juntos, mamá y papá estaban esperándonos. Christian nos llevaría a ambos. Max juega en el equipo de fútbol al igual que Chris, cuando se enteró que yo era su novia, casi lo mata, pero con el tiempo lo superó –o bueno, eso dice–.

Por algún motivo, todavía no acepta nuestra relación. Max ve algo en Christian que yo no veo, (o no quiero ver). Son amigos, siempre lo fueron, pero desde que empecé a salir con él, mi hermano ha estado muy desconfiado, distante. Quiero creer que son sus celos de hermano sobre protector, pero mi sexto sentido no está de acuerdo.

Dejé de pensar en aquello y me enfoqué en el presente. Nuestros padres nos miraban sonrientes. Nos despedimos de ambos, mamá estaba más emocionada que yo. Ambos me abrazaron y yo hice un gran intento de no caerme con estos tacones del infierno.

«Soné como una abuelita. Ni que fueran tan altos

Aún así, era una tortura, tengo muy poca experiencia con ellos. Conste que ayer estuve usándolos. Practicando.

Nos sacamos fotos, primero Max y yo, y luego los cuatro juntos. Ya sé, la típica escena familiar antes de una salida de hermanos.

Se escuchó el timbre, sobresaltándome. Tragué saliva mientras mi hermano y papá iban a abrir. La puerta se abrió de par en par dejando ver a mi novio con un hermoso traje y una máscara bordó oscura en manos. Lucía realmente bien. Sonrió de manera tierna. Adoro que lo haga. Lástima que últimamente sólo sonríe de esa forma cuando está mi hermano o mis padres. Luego, su sonrisa egocéntrica y posesiva vuelve a aparecer.

Nos despedimos y fuimos todos al auto, Chris me llevó agarrándome de la cintura con fuerza para que no cayera y agradezco que lo haya hecho.

Subí atrás, mi novio al volante y Max de copiloto. Avanzamos y mis nervios crecieron, sentía algo, no sabía si era bueno o malo. Me saqué la máscara y miré por la ventana cómo íbamos dejando todas esas casas atrás. Respiré profundo y traté de relajarme.

¿Quién era ella?Where stories live. Discover now